Periodista: La saga continúa. Desde octubre, desde que Trump sorprendió a los mercados con la amenaza de aplicarle un arancel extra de 100% a China; la Bolsa, y los demás activos de riesgo, operan con la espada de Damocles de una reversión fuerte a su exuberancia. Visiblemente, algunos ya sucumbieron a una corrección.
Gordon Gekko: A pesar de que Trump ya negoció una tregua con Xi Jinping. Su amenaza inicial se desvaneció. La relación con China se normalizó gracias a los buenos oficios expresos de ambos líderes. Pero la espada de Damocles no se corrió ni un centímetro. Simplemente, buscó otras razones para mantenerse. Y, de hecho, las encontró.
P.: Las criptomonedas, podría decirse que se han hundido en un bear market exprés. La fiebre del oro y de los metales preciosos trocó en una corrección de manual. Y lo que subsiste en pie todavía, la Bolsa, está sometida a una presión extraordinaria. ¿Le tocará al balance de Nvidia definir cómo se resuelve esta pulseada?
G.G.: Si el balance es muy bueno, ¿desaparecerá la sensibilidad que hoy nos eriza? ¿Por qué? Si es por preocuparse, hay muchas otras razones para hacerlo. Las valuaciones se ubican, claramente, en el decil más alto de la historia, aunque los balances sigan impresionando favorablemente. Venimos de conocer los números de un trimestre excelente. Las ganancias por acción del S&P 500 aumentaron 13,1% interanual en el tercer trimestre. No son sólo los balances. La orientación que dan las compañías es muy positiva.
P.: Pero las dudas no se terminan de despejar.
G.G.: Así es. Y tampoco confirman esa corrección tan anunciada. La pulseada sigue presente. No se define. Y los forcejeos son muy visibles.
P.: Tampoco damos vuelta la página y nos dedicamos a otra cosa.
G.G.: No. El tema de fondo nos sigue interesando sobremanera.
P.: La sensibilidad al riesgo de una corrección inminente permanece al tope de la agenda.
G.G.: Los mercados están atrapados en esa zona de incertidumbre. ¿Nos podrá sacar de ahí un balance de Nvidia cuando no pudieron 500 balances del S&P?
P.: ¿Y nos podrá hundir un mal balance de Nvidia?
G.G.: Nos obligará a meter la cabeza bajo el agua, sin duda. Pero, ¿por cuánto tiempo? Porque así como el temor a una corrección es un nubarrón persistente, que no se aleja con las buenas noticias, la actitud del “buy the dip” también es muy tenaz. Si la economía sigue su curso, si la caída bursátil no se monta en otros argumentos, primero corregiremos; pero después cabe esperar un rebote potente alimentado por el “cash” que todo este tiempo se ha acumulado prudentemente a los costados.
P.: Bitcoin, y las criptomonedas, eran la estrella del año. La Administración Trump modificó el enfoque regulatorio de cuajo con respecto a la modalidad prudencial precedente. De repente, el regulador recategorizó a esta clase de activos, considerándolos como aptos para su utilización por el sistema financiero convencional y eventualmente para su incorporación en los planes de pensión. Esa bonanza que parecía indestructible es la que ahora corrige brutalmente. Bitcoin cotizó a un máximo de 126 mil dólares en octubre cuando comenzó a tallar la preocupación por la efervescencia. Y hoy fugazmente se llegó a ubicar por debajo de los 90 mil. ¿Es una señal válida para descifrar la suerte probable de otros activos de riesgo que también protagonizaron rallies vibrantes? En otras palabras, ¿si la caída de Bitcoin se profundiza podrá arrastrar consigo a todos los demás mercados?
G.G.: Es un espejo donde los demás pueden mirarse. Punto. La Bolsa pasó el examen de los balances. Ni las criptomonedas ni los metales preciosos satisfacen ese requisito. Los motivos detrás del frenesí de bitcoin y del oro – el riesgo de licuación del dólar y de alta inflación, o del reemplazo del dólar, o el desorden de la geopolítica internacional- no fueron motores de la suba de la Bolsa. No debería sorprender que ahora tengan vidas separadas. Pero sí es cierto que la baja de tasas levantó la marea para todos los activos de riesgo. Y si ahora se discute su continuidad, si el recorte de tasas de diciembre se pone en duda, la Bolsa también puede verse afectada. Por último, el día en que efectivamente las criptomonedas estén plenamente integradas en los portafolios de las instituciones y los bancos, ahí sí, un golpe que las lastime tendrá capacidad de dañar en profundidad a los otros componentes. Hoy la desregulación es incipiente y la correlación es muy baja. Para la Bolsa, en definitiva, la clave es mantener la recesión a distancia. Ese es el flanco que debe cubrir.
