
La cuenta corriente en marzo tuvo un déficit de u$s1.674 millones, el mayor en la era de Javier Milei. Esto sucedió en la antesala de la modificación del régimen cambiario que dio de baja el «crawling peg» al 1% y dejó al dólar flotar entre bandas, lo que generó el temor de un abrupto salto en su cotización, provocando un excesivo adelantamiento de pagos de importaciones.
Esto último se evidenció en el desequilibrio en bienes por u$s456 millones en la cuenta corriente en marzo. A su vez, por el lado de los servicios, el rojo fue de u$s799 millones y, en este punto el turismo aportó u$s698 millones del total del déficit, convirtiéndose en la cifra más alta desde 2018 para un tercer mes del año. A esto se sumaron egresos por intereses por casi u$s422 millones, informó GMA Capital.
Así, en marzo se observó una reducción en las liquidaciones de divisas originadas en cobros de exportaciones (u$s5.296 millones) respecto del primer bimestre de 2025, y una suba en los pagos de importaciones (u$s5.752 millones) respecto del mismo período. Los acumulados del trimestre quedaron en u$s17.579 millones y u$s16.741 millones, respectivamente indicó Outlier.
«Durante los dos meses previos, el déficit mensual de la cuenta corriente cambiaria había sido inferior a los u$s1.300 millones. De esta manera, durante el primer trimestre de 2025 la cuenta corriente cambiaria fue deficitaria en u$s4.190 millones, frente al superávit de u$s5.273 millones registrado durante el mismo período de 2024″, señalaron desde Outlier.
A su vez, desde Aurum Valores, explicaron que se trató del décimo mes consecutivo de déficit de la cuenta corriente cambiaria que se «consumió» casi la totalidad del superávit conseguido en los primeros 6 meses del gobierno de Javier Milei «cuando la calendarización de importaciones, el TCR alto y la colocación de Bopreales ayudó a conseguir buenos saldos cambiarios para la cuenta corriente».
En el caso de la cuenta financiera, la sangría fue de u$s1.892 millones, cifra que se puede contrastar con el superávit de u$s440 millones del primer bimestre. «La caída del endeudamiento privado en moneda extranjera explicó buena parte del resultado. Sin previsibilidad cambiaria, el crédito en dólares se paraliza», explicó un informe de GMA Capital.
Lo que vendrá en abril y mayo
Para abril, los expertos advierten que en el balance monetario se sentirá la eliminación del dólar blend ya que, bajo el esquema anterior, había un 20% que se liquidaba directo en el CCL y no impactaba en el balance cambiario. Esta modificación se produce justamente en el momento del año en el que hay mayor entrada de divisas por la cosecha gruesa.
«A partir del mes de abril, la totalidad de lo liquidado impactará directamente en la cuenta de bienes, fortaleciendo la cuenta corriente. Además, el inicio de la cosecha gruesa y la vigencia de la reducción temporal en las retenciones, podrían acrecentar el flujo de divisas en los próximos meses», explicaron desde ACM.
En esta consultora también advirtieron que si bien la mayor liquidación de exportaciones prevista podría aliviar parcialmente la disponibilidad de divisas, la dinámica de demanda importadora, la evolución del tipo de cambio real y el comportamiento de las expectativas continuarán siendo factores claves a monitorear para evaluar la consolidación de la cuenta corriente bajo el nuevo esquema.
Por su parte, para Claudio Caprarulo, director de Analytica, la clave en abril está en empezar a ver las consecuencias de la reducción del cepo cambiario. «El efecto va a ser parcial tanto porque impactó a mediados de mes como porque fueron semanas de adaptación y de incertidumbre para el mercado respecto a como se iba a comportar la cotización del tipo de cambio entre las bandas y cuál iba a ser también la reacción del Banco Central», dijo.
El experto aseguró que para la cuenta corriente, mayo va a ser un mes más relevante en cuanto al pulso. «En la cuenta financiera abril ya a va a ser un buen termómetro de la demanda de dólares de las personas humanas, la famosa FAE», amplió.
Por último para el economista Amilcar Collante el balance cambiario de abril va a tener una combinación bastante disímil porque los primeros 12 días se operó con un régimen y el resto ya fue con las bandas. «La primera parte con la demanda elevada de importaciones de bienes y retención de exportación ante el inminente cambio de régimen. Ahí el BCRA perdía reservas aceleradamente. Y además se había cortado el aporte vía crédito en dólares que se pasaba a pesos en el MLC», explicó.
En el resto del periodo el BCRA mantiene saldo neutro y las reservas internacionales varían por revalorización/desvalorización de oro y yuan, sumado al pago de deudas de Gobierno y BCRA (BOPREALES). Para Collante, el balance cambiario con pleno funcionamiento del nuevo esquema será el de mayo.
«En abril el saldo de compras netas dio negativo por u$s851 millones y, después por el lado de la cuenta financiera entró el desembolso del FMI y organismos internacionales. Además en el de bienes hay que aclarar que trajiste la oferta que iba al blend y ya va a volver a aparecer en el balance cambiario la Formación de Activos Externos producto de la compra minorista de dólares al oficial», cerró.