El prolongado cierre del gobierno de EEUU en medio de un enfrentamiento entre republicanos y demócratas en el Congreso por la financiación podría mermar el crecimiento económico en el cuarto trimestre. Sin embargo, gran parte de la producción perdida se recuperaría cuando se reanudara el funcionamiento normal.
Los economistas estiman que el cierre está recortando entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales semanales del crecimiento del Producto Interno Bruto anualizado ajustado a la inflación.
El impacto del cierre, que ya va por su tercera semana, se dejaría sentir sobre todo en el gasto de los consumidores y en la pérdida de productividad de los trabajadores federales. Alrededor de 700.000 trabajadores federales fueron suspendidos y casi otros tantos están trabajando sin sueldo, lo que podría obligar a los hogares a aplazar el gasto.
Economistas creen que el cierre del Gobierno estadounidense causará un daño temporal a la economía
Así, muchos perderán su primer sueldo completo el viernes. Mientras, la Casa Blanca insinuó que los trabajadores federales no tienen garantizado el pago retroactivo cuando el Gobierno reabra.
El economista jefe de EY-Parthenon Gregory Daco aseveró que si bien «no se la va a empujar a una recesión», va haber «un impacto en la economía». A su vez, detalló que cuanto más se extienda este proceso, «más permanentes serán las pérdidas para los trabajadores federales que pueden haber tenido que recortar gastos porque no cobraron».
Por su lado, varios estados como Nueva York y Texas advirtieron que los cupones de alimentos, de los que dependen los hogares con ingresos más bajos para complementar su canasta básica, no estarán disponibles si el cierre continúa en noviembre. En Pensilvania, el gobierno estatal dijo que estos pagos terminarían a partir del 16 de octubre.
Advierten que los efectos a largo plazo podrían ser «difíciles de calibrar»
«Están los efectos a corto plazo, que ya se están produciendo, y luego están los de largo plazo, que son más difíciles de calibrar y que dependerán específicamente de cuándo y si se resuelve», dijo profesor de economía del Boston College Brian Bethune. Pero a medida que esto se alarga, estos efectos a corto plazo definitivamente se acumularán.
Esta visión es compartida con la Oficina de Presupuesto del Congreso, cuya última evaluación mostró que los efectos negativos sobre la economía «serán temporales» y «aumentarán con un cierre más largo».
Durante el cierre de 34 días que comenzó a fines de diciembre de 2018, el más largo registrado, el crecimiento del PBI casi se frenó en el cuarto trimestre antes de acelerarse en el trimestre enero-marzo.
Los mercados financieros hasta ahora se han encogido de hombros ante el cierre, que ha tenido efectos en cadena en las empresas que reciben contratos del Gobierno y otras que buscan permisos y certificaciones.
Oxford Economics calculó que u$s800 millones en nuevas adjudicaciones federales están en riesgo de interrupción por cada día laborable que dure el cierre, con posibles efectos negativos en el mercado laboral.
«Aunque los contratistas pueden arreglárselas con una breve suspensión de la actividad federal, un cierre prolongado puede afectar de forma significativa a su flujo de caja, lo que podría dar lugar a suspensiones de empleo, recortes salariales o incluso despidos», dijo el economista Bernard Yaros, de Oxford Economics.
