El reconocido filósofo marxista italiano, Paolo Virno, murió este viernes a los 73 años. De marcada trayectoria como filósofo, semiólogo, académico, activista político, caricaturista y editor de revistas, Virno creció en Génova, donde experimentó sus primeros pasos en la política en los movimientos sociales de 1968. En la década del 70, se mudó a Roma para para estudiar Filosofía, y se metió de lleno en el movimiento obrero, integrando el grupo Potere Operaio y fundando la revista Metrópoli, con el objetivo de darle voz al movimiento obrero italiano.
En 1979, Virno fue arrestado y encarcelado tras ser acusado de pertenecer a las Brigadas Rojas, un grupo terrorista de extrema izquierda que operó en Italia entre las décadas de los años 70 y 80. Pasó varios años en prisión hasta ser absuelto, tras no poder comprobarse su relación con la organización. Inmediatamente fundó la revista Luogo Comune.
Dentro de sus obras más destacadas traducidas al castellano se encuentran Virtuosismo y Revolución, Recuerdos del Presente, Ambivalencia de la Multitud, Cuando el verbo se hace carne y el más reciente Sobre la impotencia, una reflexión sobre la autonomía como institución de clase, clave sin la cual la articulación de la potencia de la fuerza de trabajo queda en manos exclusivas del capital.
A principios de este siglo, Paolo, invitado por el Colectivo Situaciones, visitó el país para dar múltiples charlas y difundir el pensamiento marxista y aristotélico: dio una conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras y otra entre activistas de Florencio Varela –en el barrio Pico de Oro–; disertó en la Biblioteca Nacional y participó de talleres con activistas de los call center (registrada en el libro ¿Quién habla? Luchas contra la esclavitud del alma); brindó una clase en una universidad en Rosario y otra en Flacso y conversó largamente en un taller comunitario en la Escuela Creciendo Juntos de Moreno (publicada luego en el libro Un elefante en la escuela).
“Paolo fue un gran marxista, que buscó en Heidegger, en las neurociencias y en la lingüística las claves para comprender la inversión del Intelecto General. Al final de su conferencia en la Biblioteca Nacional terminó diciendo, con toda la tierna seriedad de la que era capaz, que este siglo veremos el fin del dominio de la burguesía. Con pensadores así, sí que vale la pena trabajar”, recordó el politólogo y escritor argentino, Diego Sztulwark.
