Las máximas autoridades del gobierno de Javier Milei encargadas de perseguir la evasión fiscal y promover la recaudación tributaria tienen problemas para justificar su patrimonio o bien explicar sus opacos movimientos societarios. Juan Pazo, hombre de confianza del ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, y reemplazante de Florencia Misrahi, atesora un historial de media docena de denuncias por irregularidades. A esos antecedentes del capitán del ARCA, se le suma ahora un nuevo escándalo: Andrés Edgardo Vázquez, a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI), compró tres departamentos en Estados Unidos por más de dos millones de dólares a través de sociedades en el exterior. Al parecer, olvidó consignarlo en sus declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupción.
La llegada de Pazo al ARCA el 6 de diciembre pasado completó un largo camino que recorrió siempre de la mano del «Messi de las finanzas», como bautizó Mauricio Macri a Caputo. Fueron socios en el controvertido fondo de inversión Invernea S.A., compartieron country y trabajaron codo a codo durante la presidencia del titular del PRO.
En esta etapa de gobierno libertaro, Pazo llegó acompañando a Caputo a la Secretaría de Industria y Desarrollo, que después se transformó en Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo. Tras la salida de Diana Mondino de la Cancillería, Pazo ocupó la estratégica secretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Pero ese desembarco duró menos de una semana. La sorpresiva salida de Misrahi le hizo ganar más terreno y expandir sus influencias.
Telenueve investiga reveló que Pazo tiene a su nombre una empresa de inversión en la economía real que según ellos pone el dinero de sus clientes en la industria agropecuaria. Todos sus inversores son del ramo de los seguros cuyas conexiones Pazo logró cuando fue Superintemdente de Seguros de la Nación. En esta empresa “trabaja”, en realidad representa a su hermano, Ignacio Federici que también llega de la Superintendencia de Seguros. Lo curioso es que dentro del 90% de las compañías radicadas en el exterior y no declaradas del titular de ARCA, aparece como socia la esposa de Mariano Federici, ex titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de Macri. Se trata de María Eugenia Oliver que a su vez figura solo como empleada de una fábrica textil del propio Juan Pazo.
Al complejo entramado de vínculos familiares, económicos y políticos de Pazo se agrega ahora lo revelado en una investigación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y el diario La Nación con datos de los Pandora Papers y documentos contables, societarios y bancarios. Según la información publicada, Vázquez, un funcionario con 35 años de trayectoria en la AFIP, tiene participación en compañías activas que son titulares de tres inmuebles en EEUU. El designado en octubre al frente de la DGI administra dos esos inmuebles a través de un complejo entramado de sociedades offshore de las que forma parte hace 12 años. Como suele ocurrir, se trata de compañías radicadas en paraísos fiscales. En este caso, una constituida en las Islas Vírgenes Británicas, que a su vez controla otras dos ubicadas en Panamá, que permitieron adquirir los inmuebles en Miami.
La ley de Ética Pública obliga desde 1999 a informar ante la OA estos activos. Si los vendió no figura en ninguno de los listados donde debería estar registrado. Dificil que un hombre de su trayectoria desconozca esa legislación. Y no es la primera vez que pesan sobre Vázquez este tipo de sospechas. En 2022, la Justicia lo sobreseyó en una causa porque no logró que ninguno de los paraísos fiscales (Luxemburgo, Países Bajos y Curazao) respondiera a sus requerimientos. Además, en su largo recorrido por la exAFIP Vázquez fue una pieza clave del área de inteligencia fiscal, lo que le habría valido de contactos con agentes de inteligencia.