El juez federal Julián Ercolini rechazo el planteo de Alberto Fernández contra la elevación a juicio oral de la causa por violencia de género contra Fabiola Yañez. El expresidente está procesado por los delitos de lesiones graves, agravadas por haberse cometido en un contexto de violencia de género y contra su pareja; lesiones leves, con los mismos agravantes –en dos oportunidades–, y amenazas coactivas. La decisión del magistrado lo deja al borde de un proceso al cabo del cual, si se probara lo que le imputan, podría caberle una pena de hasta 15 años de prisión.
La elevación de la causa a juicio oral fue solicitada por el fiscal federal Ramiro González, quien consideró concluida la etapa de investigación y probados los hechos de violencia denunciados por la exprimera dama. Tras el pedido del fiscal, Fernández planteó una serie de nulidades con el propósito de frenar su enjuiciamiento.
Ercolini, a quien el exmandatario recusó sin suerte, se opuso al planteo. “Adelanto que habré de rechazar los planteos introducidos”, escribió el juez en su resolución. El magistrado fundó su decisión en que el recurso presentado por Silvina Carreira, abogada de Fernández, Silvina Carreira, «no merece mayor análisis”.
“Llama la atención que la defensa del imputado plantee que, al no adjuntarse las copias de los requerimientos de elevación a juicio -a los que con claridad hace alusión el decreto de mención-, se haya visto impedida en conocer lo que debía contestar, cuando dichas actuaciones fueron presentadas con el encabezado que hace referencia a su contenido y lucen incorporados con antelación al decreto referido”, explicó también Ercolini, para quien la defensa del exmandatario no explicó tampoco «el modo en que las cuestiones previamente desarrolladas afectan de algún modo» sus derechos.
El rechazo de Ercolini al pedido de Fernández deja en pie la solicitud del fiscal y pone el expresidente a un paso del juicio oral. González en su requerimiento al juez destacó que el expresidente ejerció “de un modo sistemático violencia psicológica contra Fabiola Yañez bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”, desde por lo menos 2016 hasta el momento en que la damnificada instó la acción penal el 6 de agosto de 2024. En ese contexto, señaló que hasta la elección de Fernández como presidente el vínculo entre ambos estuvo marcado por ese tipo de agresiones, que escalaron a la violencia física luego del 2019 y que se manifestaron a través de “agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos y golpes” que lesionaron a Yañez.
En su pedido de elevación a juicio de 172 páginas, el fiscal puso énfasis en que “el desarrollo personal, profesional, de la vida política y pública del denunciado, contrasta de una manera notable con los de la víctima, que se reconoce, de modo recurrente, frente una abrumadora situación de desigualdad. La magnitud de la asimetría que se pudo verificar signó el vínculo desde sus inicios y, de alguna manera, fue determinante para la configuración de las distintas formas y tipos de violencia comprobados en la causa”. También resaltó que la defensa de Fernández ha intentado, a través de prejuicios y estereotipos, atacar la denuncia realizada. “En lugar de intentar desvirtuar los hechos denunciados, parecen pretender focalizar la investigación sobre comportamientos, prácticas, desórdenes de la víctima como una forma de responsabilizarla por hechos del proceso”.