
El dato surge del informe “Nuevas Modalidades Laborales en la Economía Digital: Un estudio empírico del trabajo de reparto en Argentina” publicado por el BID bajo la dirección de Gastón Wright, director de Civic Compass en Civic House, y Cecilia Galván, directora de Investigación y Políticas Públicas de Civic Compass en la misma entidad.
En el documento analizan el número de órdenes entregadas, horas trabajadas, género, edad y tipo de vehículo utilizado por los repartidores en las aplicaciones Rappi y Pedidos ya, al tiempo que también describen la composición demográfica de quienes adquieren ingresos por este servicio. Ambas firmas se presentan como “Empresa A y Empresa B” para preservar la identidad de los datos.
Conjuntamente, los resultados para ambas empresas sugieren que entre extremos del período septiembre de 2022-octubre de 2023, los ingresos de los repartidores que trabajan a jornada completa crecieron, mientras que los ingresos de los repartidores que trabajan de manera esporádica o eventual se estancaron o cayeron.
Si se atienden los ingresos de los repartidores en relación con otros trabajos, los investigadores encuentran que los repartidores “profesionales” -dada su dedicación «full time», o sea que cumplen más de 300 órdenes mensuales– tuvieron ingresos superiores al promedio de los asalariados registrados.
Por su parte, los repartidores de la Empresa A que realizaron entre 201 y 240 órdenes mensuales y los repartidores de la Empresa B que se conectan a la app entre 91 y 175 horas mensuales obtuvieron ingresos algo mayores a los de los trabajadores identificados como cuentapropistas, asalariados con nivel educativo primario o asalariados no registrados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Teniendo en cuenta que en ese período la dinámica inflacionaria mostró una fuerte aceleración y una significativa pérdida en el poder adquisitivo de todo tipo de trabajadores, “podría considerarse que la evolución de los ingresos de los repartidores de la Empresa A y la Empresa B fue en términos relativos mejor al que en ese contexto tuvieron otros trabajos de la economía”, resalta el informe.
Para un repartidor promedio, las ganancias por órdenes son el principal componente del ingreso total, representando el 61,3% de su composición. Ese porcentaje no difiere significativamente entre mujeres y varones, pero es claramente mayor para quienes reparten en motocicleta (66,8%) que para quienes reparten en bicicleta (58,2%).
A su vez, las propinas constituyen el segundo componente más importante en términos cuantitativos para los repartidores, ya que representan el 19,3% del ingreso total.
Por eso mismo, los repartidores que se conectan durante más horas realizan una mayor cantidad de pedidos y tienen más oportunidades de prestar servicios en las horas de mayor demanda, lo que proporciona una ventaja en el uso de las aplicaciones. Sin embargo, Galván y Wright destacan una “tendencia creciente” hacia tiempos de conexión más cortos.
Es así que, en octubre de 2020, el 30% de los repartidores cumplía entrega de pedidos de manera full-time, pero a finales de 2023 el mismo grupo representaba menos del 7% de los repartidores. En cambio, los que se conectaron de manera eventual fueron el 93%. Los datos a marzo de 2024 ratifican esta diferencia: un 10% de trabajadores full-time en contraposición con un 90% de trabajadores eventuales.
Especialistas piden por marcos normativos que regulen la actividad de las empresas
El martes pasado, la Universidad Nacional del Delta (UNDELTA) fue la sede del conversatorio sobre el impacto y el estado de situación de la realidad de los trabajadores de plataformas en Argentina. El informe se presentó como un disparador central para este debate.
Allí, representantes de los tres sectores que trabajan esta temática (empresas, sindicatos y poder legislativo) acercaron diferencias sobre este segmento de la economía digital, y expusieron su mirada respecto de un fenómeno que tendrá un debate clave durante el mes de junio, en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la Conferencia Internacional en Ginebra, con la participación de 187 países.
Entre los oradores, Alberto Freire representó a la Fundación Encuentro -Think tank ligado a Sergio Massa-y sostuvo: “El Estado tiene que encontrar una forma nueva de proteger los derechos de los trabajadores de plataformas, pero además garantizar los derechos básicos como cobertura frente a riesgos, y algún tipo de reconocimiento formal de parte de las empresas, que puede ser una figura intermedia al clásico contrato de trabajo”.
En unas semanas la cuestión será debatida en el marco de la conferencia anual de la Organización Mundial del Trabajo. “Deben discutirse nuevos marcos normativos que reconozcan está realidad y ayuden a potenciar el ecosistema virtuoso facilitado por la tecnología”, sostuvo el representante de la empresa.
Galván, luego de presentar los resultados exhibidos, añadió que las regulaciones de las nuevas modalidades de trabajo” van a ser mejores si parten de evidencia empírica” y si se “escuchan a las personas que usan las plataformas para generar ingresos”.
Repartidores en 2025: números clave para entender la realidad actual
En 2025, se estima que aproximadamente 160.000 trabajadores están empleados en plataformas de delivery en Argentina, reflejando un aumento significativo desde 2020, cuando plataformas como Rappi y PedidosYa reportaron un crecimiento del 20-78% en repartidores activos.
“La pandemia consolidó el delivery como actividad esencial, con un incremento en la demanda de servicios de reparto debido al auge del comercio electrónico”, entienden los especialistas.
Los datos se presentan en un contexto donde el 56% de los empleos en América Latina son informales, y los trabajadores de plataformas enfrentan condiciones precarias, sin acceso a licencias, aguinaldo, vacaciones ni límites en la jornada laboral.
También se destaca uno de los temas claves que se discutirá en la OIT. Los repartidores son supervisados por algoritmos que regulan su desempeño, generando un desconocimiento de los criterios de evaluación de los trabajadores, lo que limita la retroalimentación y negociación de mejores condiciones.
Respecto de la seguridad social y la protección, en 2021, el índice de incidencia de accidentes de trabajo fue de 34,5 por cada 1.000 trabajadores cubiertos, con un 11,1% de accidentes in itinere (en trayecto). “Los repartidores enfrentan riesgos laborales significativos, pero pocos acceden a seguros efectivos”, concluyeron en el encuentro.
Participaron además del encuentro: Vanesa Siley, diputada nacional y secretaria de nuevas relaciones laborales y economía de plataformas del Partido Justicialista, Marcelo Pariente, Secretario general de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASSIM), representantes de la Asociación Gremial de Computación (AGC), de Observatorio de trabajo informático (OTI), del laboratorio de trabajo digital de la Fundación UOCRA, de la Comisión de Empleo y Producción de la ONG Compromiso con Tigre, y de la Asociación de Empresas de Correos de la república Argentina (AECA).