El dólar se fortaleció en el mundo durante el primer día de negociación de 2025, luego de un cominenzo de rueda algo tambaleante. Se espera que este año la moneda estadounidense vuelva a tener un buen comportamiento después de registrar ganancias en 2024.
La atención del mercado a principios de año se centrará en el Gobierno entrante de Donald Trump y sus políticas, que se espera que no sólo impulsen el crecimiento, sino que también aumenten la presión sobre los precios. Esto apuntalará los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense e impulsará la demanda de dólares.
La gran diferencia de tasas de interés entre Estados Unidos y otras economías ensombreció el mercado de divisas durante el pasado año, lo que provocó que la mayoría de las divisas retrocedan con fuerza frente al dólar en 2024. Ninguna más que el yen, que cayó más de un 10% en 2024 en su cuarto año a la baja. Este jueves bajó un 0,2%, a 157,50 yenes. A finales de diciembre, el dólar alcanzó máximos de cinco meses por encima de los 158 yenes.
El índice dólar, que mide al «billete verde» contra una canasta de monedas relevantes a nivel global, ganó 0,7% a 109,075 unidades.
El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento fuera de Estados Unidos, los conflictos en Oriente Medio y la guerra entre Rusia y Ucrania también han contribuido a la demanda de dólares.
Cómo operaron el resto de las monedas
El euro se devaluó 0,8% este jueves a 1,0266 unidades por dólar. Los operadores prevén mayores recortes de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo en 2025, con los mercados valorando en 113 puntos básicos la relajación, frente a los 42 puntos básicos de recortes valorados por el banco central estadounidense.
La libra esterlina retrocedió 1%, a u$s1,2380. El año pasado cayó un 1,7%, pero fue la divisa del G10 que mejor se comportó frente al dólar, sobre todo porque la economía británica se mantuvo mejor de lo esperado, lo que, unido a la inflación de los servicios, hizo que el Banco de Inglaterra se mostrara más agresivo que sus homólogos.
El yuan chino languidecía en mínimos de 14 meses, ya que las preocupaciones sobre la salud de la segunda economía más grande del mundo, la perspectiva de aranceles a las importaciones estadounidenses por parte del Gobierno de Trump y la caída de los rendimientos locales pesaban sobre el ánimo de los inversores.
Tras caer un 2,8% frente al billete verde en 2024 y sumar su tercer año consecutivo de pérdidas, el yuan en los mercados continentales rebotó desde mínimos de 7,31 unidades por dólar. Según los operadores, esto podría reflejar el deseo de las autoridades de frenar la caída de la divisa antes de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.