El Teatro del Bicentenario, dependiente del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte, fue escenario de un emotivo encuentro con el equipo de voluntarios que acompañó las funciones inclusivas y escolares de la ópera Pinocchio. De esta manera, reafirma el compromiso sostenido con la cultura accesible, participativa y sin barreras.
La reunión tuvo como objetivo compartir experiencias, evaluar el impacto de las acciones desarrolladas y reconocer el valioso aporte de quienes ofrecieron su tiempo y sensibilidad para garantizar una experiencia cultural significativa para públicos diversos. Entre ellos niñas, niños, adolescentes y personas con discapacidad.
Durante las semanas en las que se llevaron a cabo las funciones del Pinocchio, estreno mundial de la compositora alemana Gloria Bruni y coproducido por el TB, los voluntarios brindaron apoyo esencial en distintas acciones inclusivas:
- Funciones escolares: acompañando a docentes, estudiantes y grupos escolares. Promoviendo un entorno cuidado y accesible para la primera experiencia operística de muchas infancias.
- Función accesible para personas con discapacidad auditiva: con interpretación en Lengua de Señas Argentina (LSA) a cargo de cuatro intérpretes, con el asesoramiento de una persona sorda.
- Ensayo general adaptado para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA): con recursos específicos como iluminación atenuada, espacios predecibles y una sala blanda para regulación sensorial.
- Taller vivencial inclusivo: dirigido a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, en una instancia de exploración sensorial previa a la obra.
- Visita táctil para personas con discapacidad visual: permitió a los participantes conocer escenografía, vestuario y objetos en escena, acompañados por el elenco y guías especializados.
Cada una de estas acciones fue posible gracias a la suma de voluntades, un entramado generoso de compromiso, empatía y vocación de servicio. El acompañamiento desinteresado de quienes participaron como voluntarios fue clave para que cada función se transformara en una experiencia enriquecedora, accesible y respetuosa para todos los públicos.
Con esta instancia de cierre, el Teatro del Bicentenario, celebra el trabajo conjunto que hace posible una cultura verdaderamente inclusiva, y renueva su misión de garantizar el derecho universal al arte como un bien común que nos une, transforma y nos representa como sociedad.