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Los rebeldes señalan que las muertes de Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y su hijo fuern ejecutadas por el llamado Frente 33 de la extinta guerrilla.
El grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) responsabilizó este viernes a disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como responsables de la masacre cometida el pasado miércoles en el departamento Norte de Santander contra una familia que se movilizaba por una carretera hacia la ciudad de Cúcuta.
A través de un comunicado difundido en sus redes, el Frente de Guerra Nororiental del ELN indicó que los asesinatos de Miguel Ángel López, su esposa, Zulay Durán Pacheco y el hijo de ambos, Miguel Herney, fueron perpetrados el pasado 15 de enero «por integrantes del denominado Frente 33 de las extintas FARC».
El grupo rebelde que actúa en la región del Catatumbo, que incluye zonas de los departamentos del Norte de Santander y del Cesar, convocó a la población «a mantener en alto las banderas de la lucha por la defensa del territorio» y se comprometió en «dar con los responsables del crimen«.
«Informamos que el ELN no tiene ninguna responsabilidad en los hechos, al tiempo que expresamos nuestra solidaridad y sentimientos de consideración con la familia, amigos y en general con el pueblo tibuyano», expresaron los guerrilleros en el mencionado comunicado.
Víctimas de la violencia
Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y el hijo de ambos, que apenas tenía seis meses de nacido, fueron interceptados el pasado miércoles por hombres armados que sin mediar palabras les dispararon hasta causarles la muerte.
El hecho ocurrió cuando se desplazaban en un vehículo familiar que también utilizaban para su trabajo cotidiano en labores funerarias y que iba identificado en las ventanas como «coche fúnebre».
El presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó la noticia como «lamentable» e informó que la policía investiga «para establecer los móviles y autores del hecho».
El múltiple asesinato fue perpetrado en el sector La Vereda, en la vía principal que comunica al municipio de Tibú con Cúcuta, en el oriental departamento del Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. El crimen convirtió a los miembros de la familia en víctimas de la segunda masacre de 2025 registrada en Colombia.
Diálogo suspendido
El comunicado del ELN se produce horas después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, decidiera este viernes suspender los diálogos de paz que sostenía con el ELN, al señalar que el grupo guerrillero sería responsable de «crímenes de guerra» perpetrados en Catatumbo.
«Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz«, escribió Petro en la red social X.
Esta ruptura de proceso de conversaciones, que se encontraba congelado desde hace meses, ocurre luego de que se reportara el asesinato de decenas de personas en el Catatumbo, donde el ELN mantiene enfrentamientos con una disidencia de las extintas FARC.