Este viernes 1 de agosto es la fecha límite autoimpuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para lograr acuerdos arancelarios con sus socios comerciales. A pocas horas de que entren en vigencia, la administración norteamericana confirmó apenas nueve acuerdos con otros estados, aunque países como Argentina esperan lograr un entendimiento los próximos días. La decisión de Trump busca revertir el histórico déficit comercial norteamericano, aun a costa de su impacto sobre la inflación y el comercio global.
El especialista en comercio internacional y docente de la UADE, Gabriel Torres, explicó a este medio que «Trump lo que está haciendo es desarmar la estructura que el propio Estados Unidos había creado con el esquema de la posguerra y el famoso General Agreement on Trade and Tariff (GATT) y su derivación en lo que hoy es la Organización Mundial de Comercio (OMC)».
Explicó que la administración republicana «entiende que en ese esquema Estados Unidos ha salido perdiendo, sobre todo en el último tiempo, porque creen que son los únicos que respetaron ese esquema y que los demás países del mundo le hicieron trampa».
De manera similar, el economista Luis Palma Cané explicó a Ámbito que «la decisión de Trump de presionar con los aranceles fue por una razón bastante simple: la balanza comercial la tiene en déficit hace muchos años y eso lo compensa con ingreso de capitales, pero es evidente que no es sostenible tener un déficit tan grande en su cuenta comercial».
Según los datos del Departamento de Comercio estadounidense, el déficit comercial de EEUU en bienes alcanzó una cifra récord durante el año pasado: u$s1.200 millones.
El impacto sobre el comercio y la economía
Torres afirmó que el mandatario estadounidense «está reescribiendo las normas del comercio mundial con estas figuras de aranceles recíprocos, que no es un formato válido de acuerdos en términos de la estructura de la OMC. Está siendo disruptivo en todo sentido».
Consultada por Ámbito, la ex secretaria de Comercio Exterior Marisa Bircher, explicó que «el estilo de negociación que está planteando hoy Estados Unidos es bilateral, se salió del esquema tradicional«. Y ahondó: «Estamos hablando de una mesa chica, de un documento corto, de resultados muy concretos y de beneficios muy claros que busca Estados Unidos con cada socio».
Cané sostuvo que «el comercio y la actividad global van a caer» consecuencia de los aranceles. Además, «los productos importados se van a encarecer y van a aumentar las presiones inflacionarias consecuencia de ese encarecimiento». De manera similar, Torres sostuvo que «más allá de la expectativa inflacionaria en Estados Unidos, algún tipo de desaceleración con el comercio mundial definitivamente va a haber».
Bircher enfatizó que hay que prestar atención en «cómo repercute internamente en su mercado porque ya se prevé una desaceleración económica y algún leve crecimiento en la inflación local, justamente porque todos estos vaivenes económicos y suba de aranceles afectan a las fábricas y al consumidor final».
Justamente, este miércoles se conoció el índice de precios PCE, el indicador preferido por la Reserva Federal para seguir la evolución de la inflación y definir su política monetaria, actualmente bajo fuertes cuestionamientos de Trump. El indicador arrojó una suba de 2,6% anual en junio contra el 2,3% de mayo y por encima de lo pronosticado.
EEUU: ¿los aranceles llegaron para quedarse?
Para Torres «va a haber una reversión» parcial del déficit comercial de Estados en el corto plazo con la aplicación de los aranceles. Sin embargo, planteó que «lo que es difícil de establecer es si esto lo trasciende a Trump». Consideró que «el esquema internacional de comercio necesite ser reconfigurado pero no de forma unilateral, sino con algo más consensuado, tomando en consideración otros jugadores importantes, como son la propia Unión Europea o el gobierno chino».
Por su parte, Bircher opinó que «cualquier presidente que venga y encuentre una mejor balanza comercial a favor, difícilmente pueda retroceder. Y ahondó: «Todos los beneficios que va a empezar a incorporar Estados Unidos a su comercio, difícilmente lo cambia otro gobierno norteamericano. Lo que sí puede cambiar son las formas, pero no creo que el fondo«.
En diálogo con este medio, el vicepresidente de la Coppal, Fracisco Cafiero, afirmó que «las medidas que está tomando Estados Unidos lo transforman en un actor que se va aislando cada vez más de las normas, estatutos e instituciones globales que él mismo impulsó como parte de su vocación hegemónica». Desde su perspectiva, se está «frente a un fin de etapa de la hegemonía de Occidente».
Sin embargo, aclaró que EEUU «no es que deja de ser de un día para el otro un país relevante, sigue siendo un país muy importante, es la principal economía del mundo, lo que pasa es que dejó de ser el ‘hegemón'». Por lo tanto, consideró que se está «en mundo que se acerca más a una definición de fragmentado, donde no hay un orden hegemónico único».
Aranceles: con qué países Trump ya acordó
Al momento de redactar esta nota, el gobierno estadounidense logró acuerdos arancelarios con solo nueve países: Reino Unido, Vietnam, Japón, Filipinas, Indonesia, Unión Europea, Corea del Sur, Pakistán e India. Sin embargo, el nivel de gravámenes acordados difiere entre cada país:
- Reino Unido: 10%, idéntico al propuesto el 2 de abril.
- Vietnam: 20%, más bajo al original de 46%.
- Japón: 15%, más bajo al original de 24%.
- Filipinas: 19%, más alto al original de 17%.
- Indonesia: 19%, más bajo al original de 32%.
- Unión Europea: 15%, más alto al original de 10%.
- Corea del Sur: 15%, más bajo al original de 25%.
- Pakistán: No trascendió, el original fue de 29%.
- India: 25%, apenas mejor al original de 26%.
En cambio, con Brasil no se llegó a un acuerdo, aunque sí impuso aranceles, consecuencia de la injerencia norteamericana en la condena a Jair Bolsonaro. En este sentido, Trump confirmó que desde la semana próxima entrarán en vigencia los tributos del 50%.
Por su parte, con China se llegó a un principio de acuerdo el 26 de junio que aún se encuentra en desarrollo. Mientras EEUU redujo los aranceles a productos chinos del 145% al 30%, China bajó los suyos del 125% al 10%.
En el caso de Rusia, hace dos semanas Trump amenazó con aranceles «secundarios» si no había un alto al fuego en Ucrania durante los próximos 50 días. En este sentido, los aranceles a los países que comercien con Rusia podrían llegar al 100%, según dio a entender el republicano.
Mientras tanto, aún existen decenas de países que no lograron concretar negociaciones y enfrentan elevados aranceles, entre los que se encuentran: Kazajistán, Malasia y Túnez con 25% de recargo a sus exportaciones; Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina (30%); Serbia y Bangladesh (35%); Tailandia y Camboya (36%), y Myanmar y Laos (40%).