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Liu Liange, que fue condenado a pena de muerte por sobornos y corrupción, era descrito como una persona con una conducta «moralmente corrupta».
La vida personal de un banquero chino, sentenciado a pena de muerte por casos de sobornos y corrupción, se ha vuelto pública, al compartirse la noticia de que se casó con la exnovia de su hijo y le provocó depresión crónica, recoge SCMP.
Liu Liange ocupó altos puestos en algunos de los bancos chinos más importantes, llegando incluso a convertirse en el 2019 en el presidente más joven que haya tenido el Banco de China. Mientras ejercía sus cargos, Liu era descrito como una persona con una conducta «moralmente corrupta», expresión que se usa en el país para referirse a altos ejecutivos que tienen tres o más amantes.
El rápido ascenso profesional de Liu generó sospechas persistentes de que se vio beneficiado por la unión con su primera esposa, hija de un funcionario influyente, y de quien se divorció después de haber asegurado su éxito. Desde entonces, se casó tres veces más. En cada ocasión las parejas eran más jóvenes y atractivas, hasta que terminó por contraer matrimonio con la exnovia de su hijo.
«No era una pareja adecuada»
Presuntamente, cuando su hijo llevó a su novia a casa, el banquero influyó para que terminara la relación, diciéndole que ella «no era una pareja adecuada para sus antecedentes familiares». El hijo aceptó separarse, pero 6 meses después, se sorprendió con la noticia de que su padre se había casado con ella.
No obstante, sus relaciones amorosas no fueron el único escándalo en su vida. En octubre del 2023, fue expulsado del Partido Comunista de China, acusado de participar en actividades ilegales y aceptar sobornos. El pasado mes de octubre, un tribunal lo condenó a muerte, con 2 años de suspensión de pena, por aceptar 17 millones de dólares en sobornos y conceder préstamos ilegales por más de 450 millones de dólares.