Idígoras señaló que la conducción económica les ha ratificado que “este tipo de cambio llegó para quedarse en todo el 2025”, lo que obliga al sector a “buscar la forma de ser competitivos y productivos”. Anticipa que en la cantidad de dólares la campaña 2025 será muy parecida a la 2024. A noviembre el sector lleva ingresado más de 23.000 millones de dólares. En un informe elaborado por CIARA se estima que las exportaciones del complejo agroindustrial alcanzarían los USD 44.820 millones durante 2025, lo que representa una disminución de USD 710 millones respecto al año anterior. Esta caída se explica, en parte, por la contracción en las exportaciones del sector de cereales y oleaginosas (CERyOL), que registraría una baja de USD 1.390 millones de continuar los niveles de precios a futuro que se observan hoy.
Gustavo Idígoras: Si el clima acompaña, vamos a tener mucho volumen en Argentina, lo cual es un dato muy positivo. Una gran producción de soja, 53 millones de toneladas aproximadamente; una buena producción de maíz, 51 millones de toneladas; un volumen de cosecha vieja que todavía va a quedar para comercializar el año que viene importante, alrededor de 8 mil millones de dólares pendientes. Todo eso se va a sumar y va a generar un flujo importante. El problema es que los precios van a estar por debajo de las expectativas. Tenemos una súper cosecha en Brasil y una gran cosecha en Estados Unidos. Esta vez el clima benefició a la Argentina, pero benefició más a los demás. Así que todo lo que carguemos va a valer menos. Por lo tanto, en volumen vamos a estar muy por encima de la anterior campaña, pero en valor por debajo. Es decir que la ecuación de cierre va a ser muy parecida a la cantidad de dólares en la campaña 2025 con relación a la 2024.
P.: Hay quienes advierten que el peso se está apreciando y que este proceso podría acentuarse. ¿Han hablado sobre este tema con las autoridades?
G.I.: Hemos hablado con las autoridades, tanto del Banco Central como del Ministerio de Economía. Ellos han ratificado el camino, han ratificado que este tipo de cambio llegó para quedarse en todo el 2025 y que tenemos que buscar la forma de ser competitivos y productivos. Y eso es un camino largo, porque la productividad se va logrando en un proceso de largo plazo. Así que, bueno, vamos a hacer los mayores esfuerzos.
P.: Pero el agro además tiene retenciones ¿Pueden competir realmente?
G.I.: El tema es que en el agro somos tomadores de precios. Por lo tanto, al tener un precio bajo, toda la estructura de precios del mercado interno tiene que bajar. Va a bajar al productor. El productor tendrá que bajar su contrato de alquiler. Y el contratista que vende servicios al productor tendrá que bajar sus servicios también en valor. Y los insumos también. Se trata de ajustes de precios a la baja en todos los rubros, desde insumos hasta servicios. Se está en un principio visualizando y me parece que lo vamos a ver más fuerte en el 2025.
MERCOSUR
P.: ¿Qué opina de la situación del Mercosur?
G.I.: El Mercosur necesita tener una redefinición, salir de ser una unión aduanera bastante imperfecta hoy en día, para ser una región libre de comercio y que cada país pueda negociar. Nosotros creemos que Argentina necesita negociar con el Mercosur. Es muy importante, por varias razones. Pero la primera razón es porque todo el mundo quiere venderle a Brasil. Brasil es el gran mercado. Si uno no tiene un atractivo de venta, no tiene un atractivo de compra. Y si nosotros queremos abrir mercados, el mundo va a tocarle el timbre a Brasil y no a la Argentina. Entonces hay que buscar una fórmula que convenga a ambos países, a Uruguay y Paraguay también, y que vayamos trabajando siempre atrás del Mercosur.
P.: ¿Qué importancia tienen los avances en el acuerdo Unión Europea – Mercosur?
G.I.: En una reunión con el ministro de Comercio de la India, el año pasado, me preguntaba qué pasaba con Europa y por qué no firmábamos. Yo le dije, ¿por qué me pregunta esto? Y me respondió: porque el Mercosur, una vez que firme con Europa, va a empezar a ser creíble internacionalmente. Esa es la mayor ganancia que tenemos. La segunda ganancia es en materia de derechos de exportación. Cualquier gobierno en los próximos 50 años no va a poder subir las retenciones. Este es el acuerdo con Europa. Las retenciones de todos los productos en el año 4 tienen que desaparecer y las retenciones de la soja no podrán superar el 14%. Me parece que eso es una ganancia extraordinaria para la Argentina. Así como en materia de reglas de exportación no va a poder haber cupos de exportación, porque están prohibidos en el acuerdo Unión Europea- Mercosur. No va a poder haber restricciones de exportación. Nosotros lo llamamos ganancias sistémicas. No es que vamos a vender más barcos a Europa, pero vamos a ser más confiables al haber firmado con Europa.
P.: ¿Y qué posibilidades hay de que los parlamentos aprueben? ¿En cuánto tiempo creen que podría llegar a hacerse efectivo este acuerdo?
G.I.: Se calcula que va a tardar dos años. Entre el proceso de escritura… El acuerdo fue cerrado oralmente, ahora los abogados tienen que escribirlo y la letra chica es muy importante. Son 1900 páginas para escribir y para ajustar. Eso va a llevar varios meses. Y para traducir en varios idiomas. Pero además de esto, después viene todo un proceso de aprobación parlamentaria. Europa tiene una estrategia inteligente. El parlamento europeo es el único que tiene que votar para que entre el acuerdo comercial. El acuerdo político, que es democracia, derechos humanos, ambientes, etcétera, lo aprueban todos los parlamentos europeos. Eso puede tardar una eternidad, pero lo importante es que entre el acuerdo comercial. El Mercosur, por una cláusula que yo llamo cláusula (Mauricio) Macri, porque fue inventada por él, cuando un parlamento del Mercosur lo aprueba, entra en vigor para ese país. Entonces, por ejemplo, si Uruguay fuera el primer país que lo aprueba, Uruguay se lleva el 100% de las cuotas que tiene con Europa el primer año si los otros tres países no lo aprobaron. Es una competencia entre congresos. A mí me pareció al principio raro, porque somos un bloque, pero, por otro lado, generó una competencia interesante porque va a haber mucha presión hacia los congresos para que se apruebe.
P.: ¿Qué piensa de la posibilidad de acuerdos con Estados Unidos que impulsa el Gobierno?
G.I.: Me parece que cuando se habla de acuerdos bilaterales no está hablando de acuerdos de libre comercio, se está hablando de acuerdos sectoriales por productos determinados. (Donald) Trump tiene una tradición en su primera administración de hacer acuerdos por productos y dar beneficios específicos puntuales y temporales por productos. Eso no rompe el Mercosur. Lo que sí rompería es que Argentina bajara el 100% de derecho a importación para todos los productos norteamericanos y Brasil no. Pero no creo que sea esa la lógica que están pensando.
P.: ¿Qué opina del proceso de licitación de la hidrovía?
G.I.: La hidrovía es muy importante por la cantidad de productos que entran y que salen del país por este canal, no pensemos solamente en Río Paraná sino también en el Río de la Plata. El Gobierno cumplió en tiempo y forma con el pliego. Este pliego está bajo consideración y evaluación. Nosotros hemos presentado muchas propuestas de mejora, nos han atendido varias, esta semana tuvimos más reuniones. Me parece saludable que haya un entendimiento político y que todas las fundaciones de los partidos políticos intervengan y den su opinión porque tiene que ser una política de Estado. La logística internacional argentina tiene que ser una política de Estado, no puede ser que se vaya un gobierno, venga otro y tenga una visión distinta. También creo que no podemos esperar a que todo el mundo opine porque es importante avanzar, Argentina tiene 15 años de retraso en relación con Brasil y Estados Unidos y en algún momento este debate hay que terminarlo y concretarlo.
P.: Los camioneros amenazan con tomar medidas de fuerza. ¿Cómo los puede afectar?
G.I.: Si hacen medidas de fuerza, claramente nos va a afectar. A comienzos del verano nuestro flujo es el flujo de trigo y de cebada, sobre todo en la zona sur – Bahía Blanca, Necochea – y la zona de Rosario, particularmente en trigo. Argentina hoy tiene un precio muy competitivo a nivel mundial. Estamos tratando de volver al sudeste asiático con el trigo y de ir al norte de África. Somos más competitivos que los rusos o que los ucranianos y no podemos perder esa oportunidad. Los dólares del verano le vienen bien también al Gobierno y a la economía argentina. Si hubiera algún paro de largo plazo va a perjudicar porque si no tenemos camiones no podremos entrar a los puertos.