El Gobierno vuelve a desafiar al mercado, que esperaba para esta segunda etapa un esquema cambiario más flexible. El presidente Javier Milei aseguró esta semana que el esquema de bandas persistirá hasta el final de su mandato. Mientras, desde Pimco, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, advirtieron: “Los inversores extranjeros como nosotros no invertiremos en activos locales con la moneda a estos niveles”. De esta forma, vuelven las dudas sobre la real intención del Gobierno de acumular reservas. El acuerdo con EEUU avanza en un marco de extrema opacidad y persisten los interrogantes por los límites de la recuperación.
La declaración circuló como pólvora encendida en los grupos de WhatsApp de analistas de la city y empresarios. Todos lo leyeron como una forma de marcar la cancha. El hombre clave de uno de los fondos de inversión más importantes del mundo cortaba el festejo de la comitiva gubernamental en EEUU al ritmo de «YMCA» para poner la mirada en el asunto más urticante para el Gobierno: el dólar.
El último viernes, justo antes de que termine una semana muy positiva para el Gobierno, el director de mercados de Pimco, Pramol Dhawan, reclamó que el Gobierno modifique su política cambiaria. “Si quieren romper con el ciclo de auge y caída, les recomiendo encarecidamente que dejen flotar libremente su moneda ahora que la situación es favorable”, dijo y advirtió: “Los inversores extranjeros como nosotros no invertiremos en activos locales con la moneda a estos niveles, y punto. Punto final”.
Horas antes, el presidente Javier Milei le había confirmado al Financial Times que las bandas cambiarias llegarán hasta finales de 2027. Aunque también dijo que el esquema está diseñado para que las bandas se abran con el tiempo y se transformen en irrelevantes. Esta semana Ámbito puso el foco sobre un artículo de Nouriel Roubini que recomendó el ministro de Economía, Luis Caputo, y que va en esa línea.
“En algún punto las bandas ya son irrelevantes porque el piso siempre fue visto por el mercado como un elemento ficticio del que nunca se estuvo cerca y el techo también porque tanto el Tesoro argentino, como de EEUU, se metieron dentro de la banda a vender. Hace falta transparentar el esquema monetario y cambiario, hoy no sabemos en dónde estamos parados”, cuestionó un analista de la city.
¿Compran reservas?
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, aseguró semanas atrás que la entidad monetaria saldría a comprar divisas cuando la economía se recupere y la demanda de dinero crezca. De esta manera, volcaría pesos al mercado sin la necesidad de esterilizarlos. Pero con la inflexibilidad que muestra el Gobierno a dejar flotar el dólar, vuelven las dudas de si realmente Milei está dispuesto a meter del lado de la demanda a un jugador de peso como el BCRA en un contexto en donde la oferta no abunda, al menos por ahora.
La cuestión no es menor. Jaime Reusche, vicepresidente de Moody´s le dijo a este medio que es la acumulación de reservas es la condición fundamental para que, pasado el riesgo electoral, la calificación de los activos argentinos mejore. Con menor riesgo y mejores condiciones para financiarse, también se aliviaría la presión en el frente financiero por los vencimientos de deuda que se aproximan. También podría dar un respiro a la economía real por un mayor volumen de colocaciones en el exterior de las grandes firmas.
Las elecciones ya pasaron. El Gobierno obtuvo un contundente triunfo, también el envión en los mercados y en la opinión pública correspondientes. Ahora la expectativa es que comience a ordenar lo que muchos consideran desequilibrios, en el frente político, en el económico y en el financiero. Aunque la posibilidad de que “acelere en la curva», como dijo el Presidente alguna vez, siempre está.
No vamos aclarando el panorama
También existe la expectativa porque se comience a aclarar el rol de EEUU en Argentina. La magnitud, las características y las condiciones de su apoyo. Pero el rumbo hasta ahora pareciera ser el opuesto. No hay comunicaciones oficiales y los datos que se conocen surgen de los análisis de las consultoras. Total opacidad.
Por firmas como 1816 y Econviews, en estos días nos enteramos que mientras el Tesoro estadounidense compraba pesos antes de las elecciones, el Banco Central le colocaba letras a su medida. Luego supimos que EEUU se desprendió de esas letras y que la salida se la dio la propia entidad monetaria, lo que representó un crecimiento de su pasivo en moneda extranjera.
Por esto último, el mercado descuenta que se activó el swap anunciado en la previa de las elecciones legislativas. Pero por ahora nadie lo confirma. Cómo tampoco se comunicó si el mismo instrumento financiero se utilizó para cancelar el vencimiento de u$s796 millones que el Tesoro afrontó este viernes con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El economista Diego Giacomini, hoy distanciado, pero que fue durante muchos años el más cercano a Javier Milei, siempre recuerda los principios de la Escuela de Chicago: una política económica solo tiene chances de éxito si logra construir credibilidad, y eso requiere comunicación clara y consistente. Algo que por estas horas no sobra.
