El presidente de Banco Macro repasó el crecimiento de la entidad, el rol del interior en el desarrollo del país y el desafío de competir en igualdad de condiciones con las fintech.
El presidente de Banco Macro, Jorge Brito, analizó los desafíos de la economía argentina, el futuro del sistema financiero y el rol de las economías regionales en el desarrollo del país. Lo hizo en una extensa entrevista con La Fábrica Podcast, en la que también habló de su vida personal, su pasión por el deporte como presidente de River Plate y los hitos que marcaron el crecimiento de la entidad bancaria que encabeza.
La crisis de 2001 y el crecimiento del Macro
Uno de los pasajes más recordados de la conversación fue la crisis de 2001 y el anuncio del “corralito” por parte de Domingo Cavallo. “Era un viernes, yendo a la inauguración de un hotel en Cachi, y lo escuché por radio. Dije: ‘Esto es grave’. En el banco todavía no había pasado nada”, relató.
Brito destacó que la información llegaba más lentamente al interior del país, lo que permitió que Banco Macro atravesara la crisis con menor volatilidad que otras entidades. “Queríamos un banco del interior. Teníamos muchos depósitos atomizados y eso nos permitió llegar a ese momento con un banco muy sano y muy líquido”, afirmó.
Esa fortaleza le permitió a Macro concretar una operación estratégica en pleno corralito: la compra del Banco Bansud. “Negociamos en diciembre de 2001 y cerramos en enero de 2002. Pasamos de poco más de 60 a 150 sucursales y de operar en cuatro provincias a estar presentes en 23”, recordó. El segundo gran hito fue la salida a bolsa en Nueva York y Buenos Aires en 2006, que consolidó al Macro como el segundo banco privado del país, con más de 7.500 colaboradores, altos niveles de capitalización y liquidez.
Ventajas del interior y potencial de las regiones
Brito subrayó que la ubicación del banco en el interior le dio mayor estabilidad en momentos de crisis: “Cuando hay salida de depósitos o compra de dólares, el interior lo mira de otra forma. La gente es más sabia, tiene una visión de largo plazo que en Buenos Aires muchas veces falta”.
También reivindicó la visión de su padre sobre el desarrollo de las economías regionales y destacó el papel protagónico que tendrán en el futuro de la Argentina. “El país está viviendo algo muy fuerte y el interior va a ser gran protagonista: Vaca Muerta, la minería de litio y cobre, las energías renovables… hoy el crecimiento está mucho más diversificado”, afirmó.
La competencia con Mercado Libre
Brito habló del impacto de la digitalización en el negocio bancario y pidió igualdad de condiciones para competir con empresas fintech como Mercado Libre. “Juegan en la misma cancha con reglas distintas. Desde Adeba queremos las mismas reglas regulatorias, el mismo marco impositivo y las mismas obligaciones gremiales. Después de eso, que gane el mejor”, remarcó.
Sobre la coyuntura, dijo que la morosidad de tarjetas de crédito está “verde con indicios amarillos” y que los cheques rechazados están en “amarillo”, con aumentos notorios entre junio y agosto, aunque sin niveles críticos.
Una mirada optimista
Pese a las dificultades, Brito transmitió optimismo sobre el porvenir del país: “Soy un convencido de que Argentina tiene un futuro inmenso. Depende de nosotros, de escucharnos y de ponernos de acuerdo. No creo que sea A o B, sino qué A y qué B se sientan en la misma mesa. Necesitamos una senda clara para los próximos veinte años”.
En un tramo más íntimo de la charla, Brito habló de la relación entre dinero, éxito y felicidad. “Tener dinero no significa tener paz interior. El éxito no llega un día, hay que buscarlo todos los días. Yo todos los días soy muy crítico conmigo mismo”, confesó.
Finalmente, reflexionó sobre la importancia de aprender a tolerar la frustración. “La frustración la tenemos todos. Los padres queremos que nuestros hijos no sufran, pero eso les genera un problema: hoy los chicos tienen muy poca tolerancia a la frustración”, concluyó.