“¡Viejo de mierda, no me vas a hacer condenar a perpetua!”. Con esa frase y a los gritos, Brenda Uliarte logró sortear la custodia del Servicio Penitenciario Federal e intentó agredir al abogado Gastón Marano.
Brenda Uliarte protagonizó, una vez más, un escándalo en una de las audiencias que se llevan adelante en el juicio oral por el atentado contra Cristina Kirchner. La acusada, quien desde hace meses intenta sin éxito ser declarada inimputable, golpeó al abogado defensor de Nicolás Carrizo, luego de evadir a tres miembros del Servicio Penitenciario.
Uliarte, apuntada por ser participe necesario del frustrado intento de magnicidio contra la expresidenta de la Nación, volvió a concentrar todas las miradas sobre el final de la audiencia que se llevó a cabo este miércoles y debió interrumpirse en forma abrupta, a raíz de un ataque contra el defensor del jefe de la banda de Los Copitos.
Es la segunda jornada del juicio oral que se centraba en el rol de la exnovia del principal acusado, Fernando Sabag Montiel y todos los testimonios complicaron la situación procesal de la joven, quien busca parecer inimputable o mostrar que sólo acompañaba a su pareja la noche del ataque.
Mientras en la audiencia pasada el primo de Uliarte fue acusado de falso testimonio por no haber podido explicar las numerosas comunicaciones entre ambos en la víspera del atentado, en esta oportunidad Federico Nicolás Lencina, exnovio de Brenda tampoco pudo explicar porqué habló con ella el 1 de septiembre de 2022 desde otro teléfono que no era el suyo.
Luego fue el turno de los otros testigos convocados: Diego Arnold, quien le alquilaba la casa de la calle Terrada a Sabag Montiel y Sergio Osvaldo Paroldi, el hombre que le alquiló un departamento a Sabag Montiel en el partido de San Martín. Ambas declaraciones fueron breves y no aportaron elementos significativos a la causa.
Violencia de género
Finalizada la ronda de testigos, el Tribunal habilitó a las partes a expresarse sobre el pedido de la fiscal Gabriela Baigún de ampliar la acusación por violencia de género. La querella a cargo de los abogados Marcos Aldazábal y Juan Manuel Ubeira adhirió al pedido, mientras que los defensores argumentaron en contra.
Por su parte, la defensa de Sabag Montiel argumentó que la solicitud de ampliar la acusación es extemporánea y que los hechos “no tienen nada que ver” con la violencia contra las mujeres. «No hubo nada en la declaración de Sabag Montiel que tenga un sesgo de género. Nada. Entonces, si no hubo nada, cómo podemos pensar siquiera que hay un argumento de ampliación de un relato fáctico ligado a violencia de género», afirmó la defensora oficial.
Luego, el abogado de Uliarte adhirió a los argumentos de su colega y reclamó que no se hiciera lugar al reclamo de la fiscalía.
Violencia en la sala
En ese momento hubo fuertes cruces entre los abogados de los acusados y la fiscalía, lo que llevó a la representante del ministerio Público, Gabriela Baigún a elevar el tono de voz. El momento de tensión creció y en medio de ese revuelo Uliarte logró escapar de las tres custodias del Servicio Penitenciario Federal que la rodean durante cada audiencia y se abalanzó sobre Gastón Marano, el defensor de Carrizo.
Lo curioso del caso es que el abogado había expresado que no podían incluir la calificación de violencia de género porque una de las acusadas es, precisamente, una mujer. Es posible que Uliarte no haya comprendido lo que Marano dijo, porque buscó pegarle al grito de “¡Viejo de mierda, no me vas a hacer condenar a perpetua!”.
La confusión y el alboroto en sala fue total. Brenda fue reducida nuevamente y la jueza Sabrina Namer tuvo que finalizar la audiencia, cuya transmisión habitual por YouTube también se interrumpió en forma abrupta.
Ahora el Tribunal deberá expedirse sobre el pedido de ampliación de los cargos contra los tres acusados de atentar contra la vida de Cristina Kirchner.
