La generación alfa, integrada por niños nacidos entre 2010 y 2025, está comenzando a dejar su huella en la economía global, según un análisis de Investopedia. Aunque muchos todavía están en la escuela primaria, su influencia en el consumo digital y familiar es significativa y ya se refleja en las decisiones de compra, marcas favoritas y patrones de entretenimiento.
Los expertos proyectan que esta generación, la más numerosa de la historia con cerca de 2.000 millones de integrantes, tendrá un impacto creciente en los próximos años, moldeando mercados, estilos de vida y tendencias de inversión.
El poder económico de los más jóvenes
A pesar de su juventud, la generación alfa ya tiene un considerable poder económico. Actualmente, los niños que pertenecen a ella representan aproximadamente el 27 % del gasto discrecional de sus hogares y generan cerca de un tercio del consumo digital.
Se estimaba en un estudio que para 2024 su gasto directo o influencia en el consumo familiar alcanzara un billón de dólares, y que para 2029 supere los 1,7 billones. Su impacto económico total se proyectaba en 5,39 billones de dólares para 2024 y en 5,46 billones para 2029, lo que subraya su creciente importancia para marcas y empresas que buscan anticipar tendencias de consumo y adaptar sus productos a nuevas preferencias.
Educación y trabajo en un mundo hiperconectado
Esta es la primera generación que crece en un entorno totalmente conectado, donde la inteligencia artificial y la tecnología digital forman parte de su vida cotidiana. Esto no solo influye en sus hábitos de consumo, sino también en su aprendizaje: los métodos educativos deberán ser más interactivos, personalizados y multimodales para adaptarse a estas nuevas demandas.
Cuando ingresen al mercado laboral hacia finales de la década de 2020, se espera que busquen empleos con flexibilidad, autonomía y un equilibrio entre trabajo y vida personal, impulsando modalidades como el teletrabajo, la economía de ‘gig’ (empleos temporales) y el emprendimiento. Además, la combinación de educación tecnológica y creatividad podría generar carreras con múltiples fuentes de ingresos y roles que aún no existen en la actualidad.
Vivienda, sostenibilidad y finanzas
Aunque la mayoría no comprará viviendas hasta la década de 2030, la manera en que se cría a esta generación influirá en cómo se diseñarán los hogares: se anticipa una fuerte demanda de viviendas inteligentes, eficientes y sostenibles. No obstante, los altos precios y la escasez de inventario podrían limitar sus opciones, favoreciendo viviendas más compactas, arreglos multigeneracionales o soluciones de ‘co-living’.
En paralelo, el grupo etario muestra un notable interés por la educación financiera desde temprana edad: cerca del 41 % de los niños entre 6 y 14 años ya ahorra o invierte para metas a largo plazo, impulsados por padres mileniales y de la generación X que priorizan la enseñanza de hábitos financieros.
Perspectivas económicas y de inversión
Los valores y preferencias de estos jóvenes: sostenibilidad, innovación tecnológica y transparencia financiera, tendrán un impacto directo en el mercado y en las decisiones de inversión. Sectores como energías renovables, tecnología, viviendas sostenibles y educación digital podrían experimentar un crecimiento sostenido a medida que entren en la adultez.
Analistas advierten de que comprender las tendencias y prioridades de esta generación será clave para anticipar cambios en la economía global, en los hábitos de consumo y en la manera en que se estructurarán los mercados laborales y financieros en las próximas décadas.
