El auge de la IA multiplicó la demanda de infraestructura en la nube, un sector donde Amazon mantiene el liderazgo con cerca del 35% de participación.
Durante casi dos décadas, Amazon Web Services (AWS) fue el motor de crecimiento de Amazon, tanto por su rentabilidad como por el atractivo de sus acciones. Sin embargo, la empresa enfrenta un escenario cada vez más desafiante: la competencia en la nube se intensificó con Microsoft, Alphabet y un avance de Oracle, lo que está debilitando la posición.
El auge de la inteligencia artificial (IA) multiplicó la demanda de infraestructura en la nube, un sector donde Amazon mantiene el liderazgo con cerca del 35% de participación, aunque con perspectivas de caída hacia menos del 20% en 2030. Microsoft, a través de Azure, se perfila para superar a AWS hacia 2029, mientras que Oracle, gracias a contratos multimillonarios vinculados a la IA, podría alcanzar una cuota del 12%, incluso superando a Google Cloud.
La presión se refleja en los múltiplos bursátiles. Amazon cotiza a unas 25 veces las ganancias futuras, acercándose a su mayor descuento frente al índice Nasdaq 100. En contraste, Microsoft se ubica en 32 veces, y Oracle en 40, su ratio más alto desde la burbuja puntocom. Alphabet, con un múltiplo de 22, mantiene un diferencial más estable.
En el segundo trimestre, AWS mostró señales de desaceleración, con un crecimiento inferior al de Microsoft y Alphabet, y con menor tracción en contratos de IA frente a Oracle y CoreWeave. Según analistas de Liontrust, la empresa “no está experimentando la misma aceleración inducida por la IA en su cartera de pedidos”.
Las acciones de la empresa se retrasan
En este marco, el mercado castigó las señales. Desde septiembre, las acciones de Oracle subieron más de 20% tras anunciar un optimista pronóstico, mientras que Amazon perdió 7,3% en el mismo lapso. Por su parte, Microsoft avanzó 4% y Alphabet, 2,5%.
Oracle logró posicionarse al firmar acuerdos estratégicos, como un contrato con OpenAI valorado en u$s300.000 millones en cinco años y negociaciones con Meta por unos u$s20.000 millones. Este impulso explica su rally bursátil y el entusiasmo de los inversores.
Pese a la creciente competencia, el mercado de la nube mantiene un horizonte expansivo. Wall Street prevé un crecimiento anual del 27% hasta 2030, con un gasto superior a u$s1,3 billones, lo que abre espacio para múltiples actores, aunque la batalla por la rentabilidad se intensifica.
Amazon sigue siendo un líder indiscutido, pero la brecha con sus rivales se acorta. El éxito en la próxima década dependerá de su capacidad para recuperar protagonismo en la carrera de la inteligencia artificial.