
En un mundo laboral cada vez más exigente y sedentario, el Ministerio de Gobierno de San Juan, mediante la Subsecretaría de Trabajo, promueve con fuerza la incorporación de pausas activas como parte de las rutinas diarias en oficinas, industrias y servicios públicos. Lejos de ser una moda pasajera, estas prácticas se posicionan como una política de Estado en materia de higiene, seguridad y bienestar laboral.
Las pausas activas consisten en breves interrupciones de la jornada que integran ejercicios de estiramiento, movilidad articular y respiración guiada. En solo cinco o diez minutos, se pueden obtener beneficios físicos y mentales que impactan directamente en la salud del trabajador y en la eficiencia de su labor.
Desde la Subsecretaría de Trabajo destacan que la implementación sistemática de estas pausas previene lesiones musculoesqueléticas, como lumbalgias, tendinitis o síndrome del túnel carpiano, que suelen derivarse de posturas prolongadas o movimientos repetitivos. Además, mejoran la circulación, reducen el riesgo de enfermedades profesionales y elevan la concentración, disminuyendo así errores que podrían derivar en accidentes.
Pero el valor de esta estrategia va más allá de lo físico. También promueve entornos laborales más colaborativos, menos estresantes y más saludables, lo que permite un mayor rendimiento sin descuidar la salud integral de quienes trabajan.