Las mesas se han politizado por demás, a menos de dos semanas de las elecciones legislativas. ¿Cuándo comprar dólares: antes o después? El juego del desconfío y el modo “Hotel California”. El malhumor y las dudas en EEUU con la ayuda para Argentina.
No hay duda que, ante el elevado nivel de tensión, no solo financiera y cambiaria, sino también social y política, las mesas se han politizado por demás, a menos de dos semanas de las elecciones legislativas. La pregunta que se hacen todos ya no es si deben comprar o vender dólares, sino si hay que comprar hoy o después. La dolarización de carteras, esperada como en todo período pre-electoral, sigue su marcha como la de los pingüinos Emperador y no la detiene ni un tuit de Scott. Si bien han bajado los decibeles, con relación a semanas atrás, no hay nada más parecido en el intercambio de órdenes de venta y de compra, e incluso entre los bunkers de los “research” que el juego del desconfío, casi un calco del célebre “póker del mentiroso” que jugaban los jefes y los jóvenes operadores del famoso banco de inversión de Wall Street, Salomon Brothers.
Quizás, quién mejor retrató el momentum fue una de las consultoras más demandadas por el mercado al resumir el dilema actual así: ¿la ayuda de Trump era hasta el 27-O o hasta el ’27? Lo que habla del nivel de incertidumbre exacerbada más allá de la lógica electoral. Decían en un bunker financiero que todo luce muy atado con alfileres y que por más que el Secretario del Tesoro de EEUU siga publicando tuits o declarando su apoyo incondicional para con el presidente Milei, nadie tiene claro cómo se plasmará luego del 26 de octubre. Es más, señaló, una de las principales espadas de la consultora que todo estaban tan raro que hasta la posición de Pases del Banco Central (BCRA), o sea la ventana de liquidez, estuvo en negativo hasta después de la visita a la Casa Blanca.
En un contrapunto con pares de una mesa internacional reconocían que los anuncios de Trump y Bessent, y sobre todo las increíbles intervenciones en el mercado cambiario local por parte del Tesoro estadounidense habían desactivado la bomba económica, por lo menos, hasta las elecciones. Pero ello no implicaba que no se activara alguna otra bomba política, en referencia al caso Espert. Al respecto, explicaba un consultor político que ahora bajo el sprint final de la campaña todo vale y todo juega, porque ya no es como antes que la campaña duraba dos meses, ahora lo que define son los últimos 15 días antes de las elecciones, sobre todo, en el mundillo digital. Un colega que expuso en uno de los principales bancos privados destacó la influencia que van a tener los llamados “votantes streamers”, muchos de ellos que no fueron a votar en los recientes comicios, y que no se contaminan de la grieta informativa.
Cómo repercute en EEUU el sainete del recate argentino
Todo el sainete del rescate argentino no solo repercute localmente sino también en el exterior, sobre todo, en EEUU, claro que con distinta intensidad. Más bien, por lo que se escucha, comentan y se lee, hay no solo malhumor con la ayuda a la Argentina sino también muchas dudas. En un diálogo en el seno del PIIE con el prestigioso economista y académico, Maurice Obstfeld, quedó en evidencia esto. Lo único que rescató Obstfeld del caso argentino, al ser interrogado, ya que iba a hablar sobre el comercio y el sistema financiero internacional, fue que el swap no era de la Fed, porque eso tenía implicancias diferentes de que lo haga el Tesoro de EEUU. Además, la Fed suele brindar swap de divisas, pero a los bancos centrales de los mayores países desarrollados. El economista señalaba además que el swap del Tesoro debería hacerse al mismo tipo de cambio que cuando Bessent compra pesos, o sea, cuando Argentina devuelva los dólares y recupere los pesos debe ser a la misma tasa, por lo que no hay ningún efecto para los contribuyentes estadounidenses, en cambio, la compra de deuda argentina sí puede tener efectos no deseados. Lo mismo con las intervenciones del Tesoro comprando pesos. Hay reparos, entonces, en cómo Argentina devolverá los dólares que le dé EEUU si no logra comprar reservas internacionales. Obstfeld opinó que, en ese caso, siguiendo el criterio de Bessent de “whatever it takes”, el swap será renovado indefinidamente o será incluso aumentado. Dios dirá. Lo cierto es que, como señaló un influyente gestor de mercados emergentes, el mercado está en modo “Hotel California”, en referencia a la famosa canción de los ’70 de Eagles que dice: “puedes marcharte cuando quieras, pero nunca podrás irte”.
La montaña rusa de las tasas
Escenario, asado de golfistas financieros, varios de ellos recién llegados del Viejo Continente al que habían viajado bajo una atractiva invitación para jugar en algunas canchas, por solo u$s2.000, todo incluido, pasaje, estadía y canchas, que despertó la envidia del resto de los comensales. Son las mieles del atraso cambiario “libertario” del Toto & Co., explicó uno de los jugadores viajeros. Si bien estuvieron ligados a los acontecimientos se intensificó el intercambio de data a la hora de la comida. Allí se habló como en las últimas ruedas el mercado continúa bajo fuertes presiones cambiarias sumado a un nuevo shock de tasas de interés (el BCRA se corrió de varias ventanillas de liquidez), que por ahora no logran ser efectivas para controlar las presiones sobre el dólar. Así la montaña rusa de las tasas volvía a enloquecer al mercado y, sobre todo, a los tomadores de pesos.
Explicó un conocido operador de pesos que, cuando las tasas a un día operan por arriba de la tasa a 30 días (TAMAR), el mercado entra en una especie de reversión de flujos, donde los pesos salen del sistema bancario y de la industria de fondos para canalizarse hacia el mercado de caución, y que, si bien no parece tener efecto directo sobre dólar, si inyecta más ruido en el equilibrio del mercado monetario y lleva a los inversores a estar súper cortos. Por eso, no hubo mucho “rollover” de LECAP porque había que recuperar liquidez bajo el imperio del esquema de encajes bancarios diarios. Al parecer esa montaña de pesos liberados por el Tesoro presionó algo sobre las alocadas tasas en la última licitación antes de las elecciones. El anfitrión, de alto hándicap, comentó que luego que Don Bessent comprara pesos se revirtió la venta de bonos dólar linked, pero todavía todo luce confuso, aunque los precios lucen atractivos si las bandas sobreviven. Claro que reconocen que la “mano” de Bessent en el mercado cambiario cambió el clima y dio lugar a que algunos vendieran posiciones en divisas. Los viajeros comentaron que en Europa tomaron muy en cuenta las advertencias de Trump en términos de que apoya si Milei gana, lo que abre serios interrogantes sobre el día después.
Casi en simultáneo, desde una fuerte mesa brasileña, coincidieron en que las declaraciones de Trump durante su reunión con Milei generaron una importante incertidumbre política al condicionar el apoyo financiero estadounidense al resultado de las próximas elecciones. Ven que su vaga referencia a la «victoria» de Milei generó incertidumbre en los mercados sobre si las elecciones legislativas de octubre (¿un resultado inferior al de la oposición o las alianzas políticas?) o las presidenciales de 2027 pondrían en peligro la continuidad de la ayuda de EEUU. Según la visión paulista, esta ambigüedad, sumada a las dudas e incertidumbre sobre los pagos de la deuda en dólares tras las elecciones, impactó en los activos argentinos. Creen que la confusión podría deberse a la intención política de impulsar la posición de Milei, a restricciones internas de EEUU (legislativas y sociales) o a la falta de comunicación de Trump. No obstante, creen que es improbable que EEUU revierta su apoyo estratégico a Argentina en el escenario electoral, por eso, siguen “sobre-ponderando” la renta variable argentina.
«El pueblo quiere saber»
Lo que hizo bastante ruido fue la novedad de que el J.P.Morgan, BofA, Goldman y el Citi, entre otros, estaban negociando con Bessent una línea de emergencia de u$s20.000 millones cuyo colateral serían activos argentinos. El tema clave son las garantías específicas involucradas. Veremos. Por lo pronto, “El pueblo quiere saber”, si el apoyo estadounidense es hasta las legislativas de ahora o hasta las presidenciales del 2027. También es claro que el consenso ve que EEUU ve a Argentina como un socio estratégicamente valioso e incondicionalmente leal en América del Sur, y la administración Trump está reviviendo una política de influencia al estilo Monroe destinada a frenar la presencia de China en la región. Algo de esto también se escuchó en los pasillos del BECON Latin American Investment Forum en el precioso pueblo costero de Montauk, en Long Island, bajo el esponsoreo de Neuberger Berman, donde concurrieron clientes e inversores de toda Latinoamérica para compartir ideas de inversión y las dinámicas de los mercados financieros globales. Nadie ocultó en los coffee break la inédita intervención cambiaria del Tesoro de EEUU en Argentina, pero todos señalaban que hasta el 26 de octubre era claro que el Gobierno iba a mantener a rajatabla el esquema cambiario de bandas, entonces, la pregunta es cómo sigue el 27 de octubre, si intenta soltar o recalibrar las bandas, o si con el intento de “carry trade” al infinito y el apoyo explícito de Bessent buscará sostener el esquema hasta el 2027.