Los emisarios del PRO y La Libertad Avanza se deshacen en reuniones para cerrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires, pero todavía el principal problema a resolver son las condiciones que pusieron los intendentes PRO y que Karina Milei parece no querer aceptar. La discusión es, para decirlo brevemente, quién maneja la lapicera. En este caso, de las listas de concejales donde el PRO gobierna. Los equipos de uno y otro lado tuvieron dos reuniones lunes y martes y tendrán otra hacia el final de la semana, en un trabajo contrareloj hacia el cierre de alianzas, que es el 9 de julio. Allí se sabrá si llegaron a un acuerdo, o en todo caso, en cuantos distritos llegaron a un acuerdo.
Las reuniones se vienen acelerando a medida que se acerca la fecha límite, pero las definiciones concretas en los puntos de mayor discusión no terminan de resolverse. De uno y otro lado de la negociación prima la idea de que, sea como sea, van a cerrar una alianza. Será, por ahora, el único distrito en que lo logren, si se tiene en cuenta que en Chaco fue una alianza básicamente determinada por el gobernador radical Leandro Zdero. Y, en contraposición, en Corrientes fue el gobernador Gustavo Valdés quien no llegó a un acuerdo y competirá con LLA, con el PRO de su lado. Los acuerdos entre LLA y PRO brillan por su ausencia, salvo por la negocación en territorio bonaerense.
Cristian Ritondo viene haciendo un dificil equilibrio entre los planteos de los intendentes del PRO y lo que viene de la Rosada, de la mano de Sebastián Pareja, el lugarteniente de Karina Milei, un hombre versado en negociaciones que supo tener escuela en el menemismo e incluso en el macrismo cerca de Emilio Monzó.
El principal escollo sigue siendo que los 13 intendentes del PRO ponen como condición principal mantener el armado de sus listas locales. Y que, si van a hacer una alianza, LLA deje de hacer una oposición casi salvaje en los Concejos Deliberantes. Quienes más encabezan ese reclamno son la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, y el de Junin, Pablo Petrecca, ambos con cercanía a Jorge Macri.
«Todos los días hay reuniones entre el PRO y LLA. Algunos son de Ritondo con Pareja, otros de sus equipos técnicos, otros de dirigentes de algún distrito en particular para resolver temas. Pero todo el tiempo ocurren. Estamos a una semana del cierre de alianzas así que se aceleró todo porque estamos en una etapa de definiciones«, advierten los negociadores amarillos.
El lunes, por ejemplo, hubo una reunión de equipos técnicos, que tuvo del lado del PRO a los legisladores Matías Ranzini, Agustín Forchieri y Alejandro Rabinovich. Por La Libertad Avanza, participaron Juanes Osaba, Luciano Olivera y Gonzalo Cabezas. Hicieron un mapeo de las negociaciones e identificaron los lugares donde el acuerdo está casi cerrado y donde hay problemas.
También hubo encuentros del trío Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro con Pareja. Allí se están definiendo otras cuestiones, como el color de la boleta y el nombre de la alianza (spoiler: viene ganando violeta y La Libertad Avanza). También hubo conversaciones sobre la estrategia electoral para enfrentar a Axel Kicillof. Además, ya entraron a debatir los nombres de las cabeza de listas, para intentar llegar a un acuerdo. Hay bastante hermetismo sobre los elegidos.
«Hay que pensar que son 135 municipios, 8 secciones electorales, donde se eligen concejales (en algunos distritos son 6, en otros 24, por ejemplo), diputados provinciales, en algunas secciones senadores. Entonces es muchísimo lo que hay que conversar, ver y evaluar. En algunos es muy sencillo acordar, y en otros requiere mucho más tiempo, atención, se generan tensiones y demás cosas por resolver. En los distritos donde no gobierna el PRO ni LLA es más sencillo», afirman los negociadores. También se cumple la regla de pueblo chico, infierno grande: en las localidades más pequeñas, por momentos, las internas son más intensas.
Además de las futuras reuniones para negociar, Ritondo prevé tener un nuevo encuentro con los 13 intendentes del PRO para terminar de cerrar un acuerdo con ellos, que es lo más complicado que tiene la negociación hasta ahora.
Si este artículo llegó hasta acá sin mencionar una sola vez a Mauricio Macri no es casual: el ex presidente es ahora prescindente del PRO y de las negociaciones que se llevan en la provincia de Buenos Aires (no así en otros lados, viajó a Corrientes a apuntalar el acuerdo que dejó afuera a LLA). Macri tiene pronósticos pésimos para el final de las negociaciones: piensa que el PRO recibirá poquito y nada y que en octubre será aún peor el reparto.