El superministerio de la amiga presidencial Sandra Pettovello perdió la Secretaría de Cultura, que por decreto 989/2024 pasó del Ministerio de Capital Humano a estar bajo la órbita de Presidencial de la Nación, donde se espera que esté bajo el ala de la hermana y secretaria de Presidencia, Karina Milei. Ahora, «las tareas necesarias para posibilitar la actividad del Presidente de la Nación», según el decreto, quedarán ordenadas en siete secretarias, bajo resguardo del «triángulo de hierro», que completa Santiago Caputo.
El decreto, que vuelve a modificar la Ley de Ministerios –reformulada más de una vez en los diez meses de gestión de Milei– para modificar la estructura del Ejecutivo, argumenta que para «optimizar la gestión de gobierno resulta conveniente suprimir las competencias asignadas al Ministerio de Capital Humano en todo lo concerniente a la cultura» y considera que «la cultura es fundamental para el desarrollo social, en tanto promueve la transmisión de valores, tradiciones y conocimientos».
La modificación parece responder a la «batalla cultural» planteada por el presidente Milei para erradicar las «ideas socialistas» que ponen «en peligro los valores occidentales», como sostuvo en decenas de entrevista y expuso en el Foro de Davos y también en la Asamblea General de la ONU. Esa batalla está expuesta en el ejército de trolls de las redes sociales y en los influencers de derecha, entre ellos Daniel Parisini y Juan Pablo Carreira, mejores conocidos como el «Gordo Dan» y «Juan Doe».
De esta manera, la nueva Secretaría Presidencial se unirá a las otras seis creadas por la gestión de Milei. «Las tareas necesarias para posibilitar la actividad del Presidente de la Nación serán atendidas por las siguientes Secretarías Presidenciales: 1. General 2. Legal y Técnica 3. De Planeamiento Estratégico Normativo 4. De Prensa 5. De Inteligencia de Estado 6. De Comunicación y Medios 7. De Cultura», detalla el decreto.
La modificación había sido anticipada por el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, un cruzado del ajuste en el área que conduce, cuando expuso ante la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. “Bajo la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei, vamos a profundizar la presencia argentina en el mercado internacional trabajando en conjunto con Cancillería, la Agencia Argentina de Inversiones y Marca País”, había sostenido.
Cifelli en su defensa de la política de ajuste del gobierno anarcocapitalista había insistido, a principios de octubre, en la idea de que en el INCAA «se gastaron millones de pesos para películas con 4, 5, 8 y 20 espectadores». Esta semana, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, celebró que «el INCAA asoció los subsidios a audiencia para evitar financiamiento a películas fantasmas». Lo contrario de los reclamos planteados por los actores en el resonante Martín Fierro de Cine y Series.
«Avanzaremos en quitar todas las trabas burocráticas que entorpecen el camino de cada persona que intenta trabajar en las industrias culturales de nuestro país. Y vamos a seguir adelante en el tratamiento, modificación o eliminación de leyes fundamentales para la libertad de las industrias culturales”, planteó Cifelli como programa de gestión bajo la órbita de Karina Milei.
Bares gourmet en el CCK
En su cruzada cultural, el Gobierno también anunció que abrirá licitaciones para que se instalan bares y restaurantes gourmet en el CCK -que el gobierno insiste en llamar Palacio Libertad – con el objetivo lograr una “sinergia entre el sector público y privado” para promover el “uso eficiente de los recursos estatales” y estimular “la actividad económica y el turismo en la ciudad”.
Las concesiones se realizarán a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) que funciona bajo la órbita de la jefatura de Gabinete a cargo de Guillermo Francos. Se trata de dos áreas del ex CCK que estarán concesionados por 5 años, con dos espacios gastronómicos cada una. Una de las concesiones será para los bares que están ubicados en la planta baja y el subsuelo: un espacio gastronómico de estilo bar y cafetería con capacidad para 80 personas; y otro tipo cafetería para eventos.
La segunda concesión en la que el Gobierno espera ponerle un aire «gourmet» y exclusivo al edificio del Correo radica en los dos espacios panorámicos en el piso 8 y 9 del viejo edificio del correo. El objetivo es que se exploten allí un local gastronómico en el octavo piso, mientras que en la cúpula del ex CCK se espera instalar un restaurante con capacidad para 300 personas. “Buscará posicionarse como un espacio exclusivo para una experiencia culinaria de alto nivel”, se expresé el deseo oficial en el comunicado de la Jefatura de Gabinete.