El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó este jueves a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. de estar planeando atentados contra instalaciones estratégicas en territorio venezolano, por lo que instó a los trabajadores organizados a mantenerse alerta.
A ese respecto, sostuvo que es necesario «defender las instalaciones petroleras y gasíferas». «A la CIA le han metido un billete (le han dado mucho dinero) y le han dicho: ‘Vayan para allá, a dañarle la economía a los venezolanos‘. Ese es el plan de la CIA», refirió, al tiempo que aseveró que la respuesta tiene que ser el «poder obrero».
De acuerdo con Maduro, las instalaciones eléctricas, petroleras, gasíferas y de transporte figuran como blancos de la inteligencia estadounidense, que fue autorizada públicamente por el presidente Donald Trump para operar en suelo venezolano.
Pretexto para agredir
Despliegue militar: desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el declarado propósito de «eliminar a los narcoterroristas» del hemisferio occidental y «proteger» a EE.UU. «de las drogas que están matando» a sus ciudadanos.
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, con un saldo de más de 70 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin pruebas al presidente Nicolás Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura venezolana: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un «cambio de régimen» para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
Falta de sustento: organismos como la ONU y la propia Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como «ejecuciones sumarias» que violan el derecho internacional.
