Las posiciones divididas en el mercado
Tras la intromisión de los EEUU en el mercado local, los economistas se dividieron en dos posturas. Por un lado, están los optimistas, que leen el fuerte respaldo de la Casa Blanca como una señal de confianza destinada a ayudar a normalizar la economía tras el “shock electoral” y a sostener el esquema de bandas cambiarias. Este grupo de analistas también destacó el llamado “efecto garrote” impulsado por Scott Bessent, interpretado como una advertencia al mercado sobre los límites del juego cuando enfrente está nada más ni nada menos que el emisor global de los dólares. Este apoyo es visto como un respaldo no sólo al Presidente argentino sino a que la política económica y monetaria actual de Luis Caputo, es la correcta no desde un punto de vista transitorio.
Del otro lado, persisten las voces más cautas, que advierten que la maniobra pudo haber sido un movimiento puntual, destinado a ofrecer un tránsito más ordenado para el Gobierno hasta las elecciones del 26 de octubre. Para este grupo, el tipo de cambio deberá enfrentar inevitablemente una corrección el día posterior a los comicios. Además, consideran que las bandas cambiarias llegaron a una situación de agotamiento y señalan que la acumulación de reservas deberá ser central para el equipo económico, recalibrando el programa económica, quizás relegando la lucha contra la inflación, pero entregando certidumbre a largo plazo de que no se necesitarán nuevos rescates.
Más allá de este debate, permanece un riesgo de fondo que ni siquiera la intervención estadounidense logra disipar: la estabilidad futura dependerá, en última instancia, del resultado electoral y de la capacidad del Gobierno para consolidar su poder político tras las legislativas.
La misma duda se trasladó también a los inversores internacionales, con al menos cuatro informes clave que circularon esta semana —de JPMorgan, BTG Pactual, Citi y Barclays—, todos centrados en la intervención del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario argentino.
Desde JPMorgan, señalaron que “el Tesoro de los Estados Unidos abordó el acuerdo cambiario, afirmando que la banda sigue siendo adecuada para su propósito. Mantenemos nuestra opinión de que este marco está diseñado para mantenerse vigente hasta las elecciones de mitad de mandato, momento en el que deberían levantarse los controles de capital restantes”.
Por su parte, BTG Pactual consideró que “los anuncios y la intervención reducen los riesgos de estrés y volatilidad, pero no mejoran las probabilidades de una victoria electoral de Milei. El apoyo estadounidense debería garantizar que se evite una crisis antes de las elecciones, donde el Gobierno no pueda defender las bandas cambiarias ni enfrentar espirales cambiarias. Sin embargo, un resultado electoral adverso requerirá un ajuste cambiario más profundo después de los comicios, independientemente del rescate estadounidense”.
En la misma línea, Citi sostuvo que “si bien los activos locales siguen siendo vulnerables al riesgo político de las elecciones de mitad de período, la intervención del Tesoro estadounidense otorga espacio para que continúen operando, descomprimiendo el riesgo previo a los comicios de octubre”.
Finalmente, Barclays evaluó que “la intervención actúa como un dique frente a escenarios disruptivos y reduce el riesgo de una devaluación desordenada o de un salto inflacionario con consecuencias políticas”. No obstante, el banco advirtió que “un régimen cambiario sostenido con un peso sobrevaluado podría derivar en una nueva crisis, aunque se espera que Estados Unidos exija un marco económico sólido a cambio de su respaldo”.
Esta semana será, sin dudas, de “tanteo” para el mercado respecto del rol del Tesoro estadounidense. Se espera una reducción en la brecha cambiaria y una relativa pax cambiaria que podría extenderse hasta las elecciones generales.
Javier Milei en la Casa Blanca: los nuevos anuncios
Este martes, el centro de la atención recaerá sobre la reunión entre Donald Trump y Javier Milei en la Casa Blanca. Tal como adelantó Ámbito, el Gobierno apunta a que este encuentro concluya con anuncios de acuerdos comerciales y financieros que respalden la economía nacional. En ese sentido, se especula con que se podrían formalizar reducciones arancelarias en unas 100 posiciones de comercio exterior, con tarifas que variarían entre 0 y 10%.
Además, se podría anunciar la «letra chica» del acuerdo de Swap de Monedas, eventualmente una línea abierta para una nueva compra de pesos por parte del Tesoro de los EEUU y la recompra de deuda, que ya fue confirmada por uno de los bancos que participó de la operación del jueves, en consulta con este medio.
Datos clave que se darán a conocer esta semana
Tanto en el plano local como en el internacional, la agenda económica estará particularmente cargada. En el ámbito vernáculo, el lunes 14 —el mismo día del encuentro entre Donald Trump y Javier Milei— se conocerá el dato de inflación de septiembre, un mes clave para evaluar si se produjo o no el pass-through tras el salto del tipo de cambio.
Según las estimaciones de las principales consultoras privadas, el IPC habría superado el 2%, mostrando una aceleración respecto de la medición anterior y quebrando una racha de cuatro meses consecutivos por debajo de ese nivel.
De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central sobre la base de proyecciones privadas, la inflación del noveno mes de 2025 se habría ubicado en 2,1%, mientras que la variación interanual cerraría el año en torno al 30%.
Como anticipo, la inflación de la Ciudad de Buenos Aires trepó en septiembre al 2,2%, frente al 1,6% registrado en agosto, impulsada principalmente por un aumento mayor en bienes que en el rubro servicios.
Otro punto de atención para los mercados será la licitación del Tesoro argentino prevista para el miércoles 15, la última antes de las elecciones generales. La siguiente tendrá lugar ya en la semana posterior a los comicios. Además, el Ministerio de Economía publicará los resultados fiscales correspondientes a septiembre.
En el frente internacional, el panorama también será agitado. En Estados Unidos, los inversores observan con cautela el endurecimiento de la postura de Washington frente a China, ante la posibilidad de nuevos aranceles y el estancamiento del diálogo entre ambas potencias, que también se observa en el fuerte respaldo de EEUU a la Argentina, en el marco de una estrategia política de relegar al país asiático de la región.
Esta tensión elevó la percepción de riesgo y provocó el viernes pasado caídas de hasta 3% en el Nasdaq Composite, junto con fuertes liquidaciones en el mercado de criptomonedas. Este lunes será feriado en EEUU, por lo que no habrá operaciones financieras.
Además, el dato de inflación estadounidense previsto para esta semana dependerá de la eventual reapertura de la Administración federal, que permanece parcialmente cerrada desde el 1° de octubre por la falta de acuerdo en el techo de gasto.
Por último, el martes cobrará relevancia el discurso de Jerome Powell en el simposio de la Reserva Federal y la presentación de los balances corporativos de los principales bancos de Wall Street: Wells Fargo, JPMorgan Chase, Goldman Sachs y Citigroup, que servirán como termómetro del sistema financiero norteamericano.