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En todo el mundo, 473 millones de niños se han visto atrapados en guerras, lo que convierte el año 2024 en «uno de los más nefastos» para la infancia a escala global.
Uno de cada seis niños, unos 473 millones, vive actualmente en zonas de guerra en todo el mundo, una proporción que casi se ha duplicado desde 1990, según datos de Unicef. Así pues, el año 2024 se ha consolidado como uno de los peores jamás registrados para la infancia global, alerta la agencia de la ONU.
Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, afirmó que este año ha sido «uno de los más nefastos» para los niños afectados por conflictos, tanto por el número como por el impacto en sus vidas. La organización señala que el mundo experimenta la mayor ola de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial.
Para finales de 2023, 47,2 millones de niños habían sido desplazados forzosamente de sus hogares, cifra que sigue creciendo en 2024 сon la escalada de violencia en Haití, Líbano, Myanmar, Sudán y Palestina. Atrapados por la guerra, se enfrentan a un futuro incierto, marcado por la amenaza de la muerte y las violaciones más atroces de sus derechos fundamentales.
En este sentido, la organización ha expresado su profunda preocupación por una serie de problemáticas interrelacionadas en las zonas de conflicto: el deterioro educativo, la desnutrición infantil, las dificultades para acceder a atención sanitaria y el devastador impacto en la salud mental de los niños. Particularmente alarmante es la situación de las mujeres y las niñas, quienes enfrentan un mayor riesgo de violaciones y violencia sexual en los contextos de conflicto.
