Cristina Fernández de Kirchner será la presidenta del PJ. La jueza electoral María Romilda Servini convalidó la decisión de la Junta Electoral partidaria que impugnó la lista encabezada por Ricardo Quintela y le puso fin, así, a los últimos estertores de la (fallida) interna peronista (ver aparte). El gobernador riojano decidió no apelar el fallo, por lo que terminó quedando en pie solo la lista «Primero la Patria». El próximo paso será oficializar esta lista única en un acto que el cristinismo espera que clausure las últimas semanas de turbulencia internas y de comienzo, finalmente, a una nueva etapa que tendrá a CFK en el centro de la escena política opositora. «Ahora hay que llamarlos a todos», explican en la mesa de trabajo de la ex presidenta que, por la tarde, se comunicó con Quintela para coordinar una reunión para la semana próxima.
«Ya pasó, ya está. La realidad se impuso y Cristina es la conductora del espacio». El mensaje llegó del Instituto Patria poco después de que Servini hubiera resuelto rechazar el pedido de Ricardo Quintela de suspender la elección interna del 17 de noviembre. La jueza electoral había definido convalidar la decisión de la Junta Electoral de no oficializar la lista encabezada por Quintela por no contar con la cantidad de avales suficientes, y en el entorno de CFK estaban ansiosos por dar vuelta la página.
El accidentado proceso de la competencia CFK-Quintela había derivado, entre otras cosas, en la ruptura de la expresidenta con su hijo pródigo de la política Axel Kicillof, así como en la precipitación de un debate interno que la mayoría esperaba que no comenzara a darse hasta, al menos, 2025. La imposibilidad de lograr una lista de unidad, sumado a la negativa del gobernador bonaerense de pronunciarse públicamente en favor de la presidencia de CFK y la posterior judicialización de la elección interna, había terminado embarrando una maniobra que había tenido como objetivo reordenar al panperonismo bajo la conducción de Cristina Kirchner. Pero, ahora, allanado el camino tras el fallo de Servini y la decisión de Quintela de aceptar la resolución, el objetivo de la flamante presidenta del PJ es arrancar con una nueva etapa de un «peronismo ordenado, con propuestas y un plan para enfrentar a Milei», tal como define un dirigente de La Cámpora.
A convocar
El primer paso será salir a convocar a los dirigentes peronistas más alejados del kirchnerismo. «Todos los que no votan con Milei», advierten en el camporismo, en donde remarcan que la interna no es con Kicillof, sino con los aliados del gobierno nacional. Se refieren así a la liga de gobernadores peronistas M, como Osvaldo Jaldo, Hugo Passalacqua y Gustavo Sáenz, pero también a Miguel Ángel Pichetto e, incluso, Guillermo Moreno.
Uno de los primeros puentes que CFK buscará tender es con su competidor caído, Ricardo Quintela, con quien intentó comunicarse el viernes. Según pudo saber este diario, el secretario privado de CFK se comunicó con el secretario de Quintela para coordinar un encuentro para la semana próxima, pero el gobernador estaba «incomunicado» en La Rioja, por lo que buscarán definir los detalles el lunes. «Cristina va a tener este gesto con todos los gobernadores», explicaban en el Patria, casi un guiño al reencuentro que más esperan en el kirchnerismo: el de CFK con Kicillof. De momento, comenzará con el gobernador riojano, con quien se buscará sentar para conversar y empezar a bajar, así, la espuma de las últimas semanas.
La ex presidenta ya lo había intentado previo al cierre de listas, pero Quintela no había atendido, enojado por la decisión de CFK de anunciar intempestivamente su candidatura por un tuit sin haberlo conversado. Después de esto, en el cristinismo no volvieron a intentar un acercamiento –fue Juan Manuel Olmos el que amagó un contacto para que Quintela bajara su lista a último momento–, furiosos a su vez por el desplante del riojano. Hasta ahora.
Una nueva etapa
«La realidad se impone de distintas maneras, algunos esperaban que se confirmara la presidencia con una elección el 17, otros no, como Quintela, y fueron a la Justicia. Ahora Cristina es la presidenta y comienza la etapa de reunirse con todos», explica, casi zen, un dirigente cercano a CFK. El objetivo es lanzar la «nueva etapa» con un acto que proclame, con toda la dirigencia peronista presente, la conducción de CFK. Todavía se está organizando, pero el objetivo es que sea en las próximas semanas y puedan asistir todos los gobernadores –Quintela y Kicillof incluidos–, intendentes y máximos referentes del peronismo. En el Patria están deseosos de poder mostrar alguna postal de unidad tras el tiroteo generado por la interna fallida.
El enojo con la emancipación kicillofista continúa, pero algunos dirigentes de La Cámpora comienzan a recomendar bajar la conflictividad. Varios le siguen reclamando a Kicillof, sin embargo, que reconozca la jefatura política de Cristina. «A mi me hubiera gustado mucho que Axel se pronunciara a favor de Cristina. Me duele y lo veo raro y creo que no le hace bien no manifestarse. Esta es una elección donde se juega la conducción del partido, no es una interna presidencial. Es algo muy simple que nos da oportunidad de sentarnos en una mesa y ver que hacemos», sostuvo el senador Wado de Pedro en una entrevista radial. En La Cámpora señalan que ya casi todo el entorno de Kicillof se pronunció en favor de CFK en los últimos días –Verónica Magario, Fernando Espinoza, Alberto Descalzo, entre otros– y que ahora solo falta que lo haga el gobernador.
Mientras tanto, CFK continuará trabajando activamente en acercar al PJ a varios dirigentes que, históricamente, se han mostrado ariscos al kirchnerismo. Hace días que se mueve como presidenta del PJ de hecho, encabezando encuentros en el Instituto Patria con peronistas de distintas latitudes. Uno de los últimos fue con el exgobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el massista (y ex titular de la Aduana) Guillermo Michel. Los dos dirigentes vienen trabajando en el armado provincial de Entre Ríos –una provincia que el peronismo perdió el año pasado frente a Rogelio Frigerio (PRO)– y conversaron con la expresidenta sobre el estado de situación del peronismo en la provincia.
Bordet cultivó siempre un perfil peronista no K y Michel, mientras tanto, es un alfil de Sergio Massa que busca ser candidato el año próximo, y CFK decidió convocar a ambos al Instituto Patria para conversar y sacarse una foto juntos. Un gesto que, poco después, tendría también con las diputadas Carolina Gaillard y Blanca Osuna, que representan otro sector del peronismo entrerriano y que se reunieron también, tarde ese mismo día, con ella. El mensaje era: todos menos Edgardo Kueider, senador peronista que terminó alineándose con el gobierno.
El objetivo de la expresidenta es mantener esta agenda de trabajo. Ya se reunió, a su vez, con los sanjuaninos Sergio Uñac y José Luis Gioja –que fueron por separado–, el tucumano Juan Manzur y el ex ministro de Seguridad, Anibal Fernández. «Eso es el partido. Con los gobernadores también venimos hablando, y ella se va nutriendo de cada una de las conversaciones», explican en el Patria. Se sostendrán, a su vez, los actos y la campaña para afiliados que busca ordenar al peronismo detrás de la conducción de CFK. El sábado, incluso, Mariano Recalde y Wado de Pedro encabezarán un encuentro con vecinos en Barracas.