El fiscal federal Eduardo Taiano pidió elevar a juicio a Cristian Rivaldi, el efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) que gaseó a Fabrizia Pegoraro, una nena de diez años que participaba de una concentración en favor de los jubilados con su mamá. La decisión, que fue saludada por el abogado querellante Gregorio Dalbón, se conoce días antes de que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich se mida electoralmente como candidata al Senado por la Ciudad de Buenos Aires.
El 11 de septiembre, Fabrizia no tuvo clases y decidió acompañar a su mamá, Carla Mariana Pegoraro, a una manifestación en favor de los jubilados –como se hacen todos los miércoles. Ambas estaban sentadas sobre avenida Rivadavia cuando recibieron el ataque de Rivaldi, que portaba un gas irritante –considerado un arma menos letal.
Ambas debieron ser asistidas. Inicialmente la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) detectó y denunció la violencia que había sufrido Fabrizia. Como seguía con molestias, la nena debió ser atendida en el hospital Santa Lucía, donde la diagnosticaron conjuntivitis química.
Rivaldi fue procesado por el juez Sebastián Ramos por abuso de autoridad y lesiones leves. La Sala I de la Cámara Federal confirmó la decisión del magistrado y desestimó todas las excusas del policía. Rivaldi ensayó múltiples versiones para intentar desacreditar lo que se vio en las filmaciones: cómo él bajaba la mano para gatillar el gas cerca de la cara de Fabrizia. Volvió, como había hecho Bullrich en septiembre del año pasado, a buscar decir que la nena había sido víctima de un manifestante que habría arrojado gas pimienta.
En ese sentido, la defensa de Rivaldi había pedido que se siguiera investigando. Sin embargo, para el fiscal Taiano, ya no restan medidas de prueba por practicar. El accionar de Cristian Miguel Rivaldi y la utilización de su armamento no letal –disuasivo presurizado orgánico– resultó desproporcionado e injustificado, e implicó un apartamiento de la normativa y las directrices establecidas en los reglamentos generales, protocolos y manuales para el uso de la fuerza y la utilización del material no letal para la inmovilización e incapacitación de agresores”, consignó el fiscal en su requerimiento.
El juzgado es actualmente subrogado por Sebastián Casanello, quien deberá decidir si eleva a juicio a Rivaldi. La decisión de la fiscalía se conoció días después de que la jueza María Servini procesara al gendarme que hirió gravemente a Pablo Grillo y al prefecto que le hizo perder la visión en un ojo a Jonathan Navarro.
