Energía Nuclear: cuál es el estado de desarrollo actual en el país
Para conocer los inicios de la historia nuclear argentina debemos remontarnos a 1949, cuando bajo la presidencia de Juan Domingo Perón se contrató al científico austríaco Ronald Ritcher para desarrollar un reactor de fusión nuclear, en la zona desde Bariloche hasta la isla Huemul. Sin embargo, tras tres años de iniciado, el proyecto de Ritcher generaba muchas dudas y la Comisión de Energía Atómica (CNEA, creada en 1950) envió una comitiva para observar los progresos, lo que culminó con la suspensión del desarrollo por falta de avances.
Unos años después, el 17 de enero de 1958, se logró el primer hito: la inauguración del reactor experimental RA-1, el primero de la región. Construido en la provincia de Buenos Aires, esto permitió concretar otros emprendimientos de mayor envergadura, como la fabricación y exportación de reactores de investigación y de producción de radioisótopos y el desarrollo de elementos combustibles. Asimismo, se allanó el camino hacia la generación nucleoeléctrica del país a través de centrales nucleares de potencia.
La Secretaría de Energía de la Nación define a la energía nuclear como aquella «que se libera como consecuencia de la reacción que se produce cuando se dividen los núcleos atómicos pesados. Ésta es también denominada Fisión Nuclear. Como resultado de este proceso se generan grandes cantidades de calor que son aprovechadas para producir vapor a presión, lo que permite obtener energía mecánica para poner en funcionamiento generadores de energía eléctrica”. La misma tiene la ventaja de producir un «bajo impacto ambiental».
En la actualidad, el país cuenta con tres centrales nucleares que forman parte de su programa de nucleoelectricidad: Atucha I, Embalse y Atucha II. Entre los tres, aportan aproximadamente el 6,5% de la energía eléctrica distribuida en todo el país.
Atucha I
La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina. Fue conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y, tras esto, comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año.
La primera central nuclear latinoamericana está ubicada sobre la margen derecha del Río Paraná de las Palmas, a 100 km de la ciudad de Buenos Aires en la localidad de Lima, Partido de Zárate. En la actualidad, Atucha I cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos.
A pesar de ser la central más vieja del país, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales. Además, en la actualidad Nucleoeléctrica se encuentra ejecutando el Proyecto de Extensión de Vida de Atucha I, que se extenderá por 30 meses, y cuya finalización permitirá extender la operación de la central por veinte años adicionales a plena potencia.
Embalse
Luego de la creación de Atucha llegó la inauguración de la Central Nuclear Embalse. La misma comenzó a construirse en 1974 e inició su operación comercial el 20 de enero de 1984. La planta está situada en la costa sur del embalse del Río Tercero en la provincia de Córdoba. Embalse cuenta con una potencia total de 656 MWe.
La central nuclear finalizó su primer ciclo operativo el 31 de diciembre de 2015. Luego de completar el proyecto de Extensión de Vida, Embalse alcanzó con éxito la puesta a crítico de su reactor el 4 de enero de 2019, lo que dio inicio al segundo ciclo operativo, que durará unos 30 años.
Atucha II
La última central nuclear construida en el país es Atucha II. Si bien el proyecto inició en la década de 1980, la construcción estuvo paralizada hasta 2006, lo que generó que recién comience su producción comercial el 27 de junio de 2014.
Ubicada en el mismo complejo que su hermana, Atucha I, en el Río Paraná en la localidad de Lima, partido de Zárate, a 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, la central cuenta con una potencia de 745 Mwe, siendo la más potente hasta la fecha.
Desde el punto de vista del diseño y construcción, es una Central moderna que cuenta con sistemas de seguridad actualizados; con el concepto de defensa en profundidad con barreras sucesivas; esfera de contención; separación física entre sistemas de seguridad, y un programa de vigilancia en servicio.
CAREM
El proyecto CAREM estuvo en el centro del foco de la energía nuclear durante 2024 por diferentes debates sobre sus avances. En la actualidad es común la utilización de un modelo de centrales nucleares bastante alejadas de lo que conocemos mediante las películas. El CAREM es un proyecto de construcción de un Small Modular Reactor (Reactores Modulares pequeños o SMRs por sus siglas en inglés), que son centrales nucleoeléctricas de dimensiones pequeñas y con menos potencia eléctrica y tienen un desarrollo más simple y mejores formas de seguridad, a la vez que su construcción demanda menos tiempo, menores costos e inversiones.
En todo el mundo hay cerca de cien diseños de SMRs y entre ellos está el CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), que es un proyecto de central nuclear de baja potencia, desarrollado con diseño de última generación. El concepto CAREM data de 1984, y fue en el año 2005, que el desarrollo argentino fue elegido entre más de diez proyectos a nivel mundial por una comisión de expertos convocados por el Departamento de Energía de USA.
Durante este año, en marzo de 2024, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) paralizó las obras del CAREM por falta de recursos económicos. Posteriormente, en septiembre de 2024, la CNEA informó que las obras del CAREM continúan, pero con un recorte de presupuesto de aproximadamente el 50%, en lo que es uno de los proyectos de energía nuclear más avanzados del país.
Los detalles del Plan Nuclear Argentino
El presidente Javier Milei anunció el lanzamiento del Plan Nuclear Argentino que contempla, entre otras iniciativas, la construcción de un reactor en Atucha y el desarrollo de las reservas de uranio. Esto está en línea con el objetivo del Gobierno de convertir al país en un Polo de Inteligencia Artificial (IA).
«Somos contemporáneos de una verdadero revolución tecnológica«, anunció el mandatario en referencia a la IA. «Abre una nueva frontera para este destino manifiesto que compartimos como especie», señaló. Para ello, la energía nuclear puede cumplir un rol fundamental.
Durante el anuncio, luego difundido por la red social X, el Presidente estuvo acompañado por el jefe del Consejo de Asesores, Demian Reidel, y al Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
Reidel fue designado como el responsable del Plan Nuclear Argentino y fue el funcionario que más ahondó en los detalles de la iniciativa pública. Según el responsable del proyecto nuclear, el mismo es un “plan ambicioso que marca el renacer de la energía nuclear como la piedra angular del futuro energético argentino y mundial, en un contexto global en el que la Inteligencia Artificial y los avances tecnológicos demandan cada vez más energía”.
Además, Reidel aseguró que el gobierno nacional creará el Consejo Nuclear Argentino, que estará presidido por el mismo e integrado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Guido Lavalle.
El nuevo plan argentino cuenta con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y contempla dos etapas. En la primera se construirá un reactor modular pequeño (SMR) en el predio de la Central Nuclear Atucha. Según el comunicado oficial, esto «facilitará el acceso a la energía en todo el país y disminuirá considerablemente los cortes de luz». Luego, durante la segunda etapa, se desarrollarán reservas de uranio. Esto, aseguran, permitirá cubrir la demanda doméstica e incluso permitirá exportar elementos combustibles de alto valor agregado.