La participación de China en las importaciones de Estados Unidos se desplomó a su nivel más bajo en más de dos décadas, alcanzando apenas el 7,1% en mayo, según datos comerciales publicados el jueves por la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Esta cifra representa una caída de 4,3 puntos comparada con el mismo período del año anterior y marca la continuación de una tendencia descendente que comenzó durante el primer mandato del presidente Donald Trump.
De todas maneras, en septiembre de 2024 China todavía representaba el 14,8% de las importaciones estadounidenses, lo que da cuenta de la rapidez con que se produjo esa reconfiguración de las relaciones comerciales entre ambos países.
Así, la caída actual sitúa a China en su posición más débil en el mercado estadounidense desde 2001, año en que el país ingresó a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La oportunidad para Taiwán y Vietnam
El vacío que dejó China en el mercado estadounidense no tardó en llenarse. Los países vecinos de China en Asia, especialmente Taiwán y Vietnam, experimentaron un crecimiento notable en sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Taiwán representa casi el 6% de las importaciones estadounidenses de bienes en mayo, un salto significativo desde el 3% registrado en 2023. Esta expansión fue impulsada principalmente por la demanda creciente de semiconductores relacionados con la inteligencia artificial, un sector en el que la isla mantiene una posición dominante.
Vietnam también alcanzó una participación del 6% en las importaciones estadounidenses durante mayo, duplicando su participación respecto a 2023. Sin embargo, el crecimiento vietnamita presenta ciertas complejidades, ya que fue impulsado tanto por reenvíos desde China como por productos fabricados localmente con componentes chinos.
La negociación con Vietnam
Esa estrategia de «triangulación comercial» no pasó desapercibida para las autoridades estadounidenses. Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la firma de un nuevo acuerdo comercial con Vietnam.
El pacto establece un arancel del 20% sobre los productos importados directamente desde ese país asiático, así como un 40% sobre aquellas mercancías vietnamitas que lleguen a EEUU a través de terceros países. A cambio, Estados Unidos obtendrá “acceso total” al mercado vietnamita.
Vietnam se encontraba entre las naciones más perjudicadas por las medidas arancelarias impuestas por Trump en abril, enfrentando inicialmente un gravamen del 46% sobre sus exportaciones.