Con criticas a Javier Milei, el bloque que integra, entre otros, Facundo Manes presentó un proyecto de resoluciones para prorrogar las sesiones hasta el 31 de diciembre.
El bloque de diputados Democracia para Siempre, entre los que se encuentra el radical Facundo Manes, presentó este martes un proyecto de resolución para prorrogar de las sesiones extraordinarias del Congreso hasta el 31 de diciembre de este año con el objetivo de seguir discutiendo el Presupuesto 2025 presentado por el Gobierno.
«Desde Democracia para Siempre presentamos hoy un proyecto de resolución para prorrogar hasta el 31 de diciembre las sesiones ordinarias. Es imperioso que el Congreso dé sanción al Presupuesto 2025. Los recursos de los argentinos deben tener una ley y no quedar supeditados al arbitrio del Presidente«, explicaron desde Democracia para Siempre en su perfil de la red social X (exTwitter).
El proyecto de Democracia para Siempre está firmado por sus 12 integrantes, entre los que se encuentran Facundo Manes y el presidente del bloque Pablo Juliano. Este grupo se conformó luego de un quiebre en bloque de la UCR entre quienes acompañan al Gobierno, liderados por el cordobés Rodrigo De Loredo, y los que tienen un postura más enfrentada con el oficialismo.
En el artículo 63 de la Constitución Nacional se establece que las sesiones ordinarias de las dos Cámaras del Congreso se realizarán desde el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre. En este momento, el debate por el Presupuesto del año que viene se encuentra estancado y se corre riesgo de que no se llegué a aprobar antes de que termine este mes. Para sesionar después del 30 de noviembre existen dos opciones. Que el Presidente convoque a sesiones ordinarias o que el Congreso vote una prórroga.
Preocupados por la falta de dictamen, gobernadores suman presión por el Presupuesto 2025
Mientras Javier Milei mantiene una serie de encuentros bilaterales en Brasil tras la cumbre del G20, la discusión por el Presupuesto 2025 se traba en Diputados y enciende las alarmas de los gobernadores, que ven con preocupación cómo se escurre la última posibilidad de asegurarse fondos para alivianar las golpeadas arcas provinciales. Este martes, el oficialismo suspendió la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde esperaban que el proyecto obtuviera dictamen, dando cuenta de la tensión reinante.
De los encuentros con el Presidente en la Casa Rosada y Olivos a la sorpresiva cumbre semi virtual del jueves pasado en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), los mandatarios buscaron incidir en la redacción de la «ley de leyes» y usar el poder de fuego de sus legisladores para condicionar el texto final del proyecto, frente a una gestión escasa de bancas propias.
Si bien el sentimiento transversal a las diversas tribus dialoguistas es que Nación debe contar con una hoja de ruta clara para el año próximo -sobre todo porque el presupuesto que rige actualmente fue elaborado en 2022 y, en caso de ser prorrogado una vez más, tendría un desfasaje de tres años-, lo cierto es que las conversaciones no marchan por buen camino.
Aunque no contar con la ley le permitiría a los libertarios disponer de partidas a gusto y «piacere», también significaría un mensaje de inestabilidad para los mercados y el Fondo Monetario Internacional (FMI). A la par, las provincias buscan tener precisiones para elaborar sus propias cuentas. Las necesidades son mutuas.