Una legisladora bonaerense presentó una iniciativa que busca aplicar un tributo ambiental. Productores y referentes rurales cuestionaron su viabilidad y lo calificaron como una carga impositiva adicional.
Una diputada de la provincia de Buenos Aires vinculada al dirigente social Juan Grabois presentó un polémico proyecto de ley que propone imponer un impuesto a las emisiones de metano generadas por el ganado bovino.
La iniciativa, presentada por la legisladora Lucía Lorena Klug, del bloque Unión por la Patria (UxP) en la Legislatura bonaerense, busca crear la denominada “Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires” (TAMBA).
Lucía Lorena Klug
Bajo este esquema, los productores ganaderos deberían pagar en función de los kilos de dióxido de carbono equivalente (COe) emitidos por sus animales, considerando la cantidad de cabezas de ganado.
Cuáles son los objetivos ambientales del proyecto
Según sus impulsores, la medida responde a la necesidad de enfrentar el cambio climático y reducir los gases de efecto invernadero. La propuesta además plantea la creación de un fondo fiduciario, con el que se canalizarían los recursos recaudados hacia políticas de gestión de residuos urbanos.
Sin embargo, la reacción del sector agropecuario (y de buena parte de la oposición) fue inmediata y muy crítica. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) calificó la medida como un “impuesto encubierto al trabajo rural”, advirtiendo que “cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción, competitividad y empleo».
Vacas campo 2
Críticas por la viabilidad técnica
Por su parte, el diputado provincial Luciano Bugallo (de la Coalición Cívica) la definió como un “impuesto a los pedos de las vacas”, y cuestionó la viabilidad técnica del proyecto: aseguró que hoy no existe tecnología práctica ni económica para medir las emisiones de metano de cada establecimiento ganadero.
A pesar del debate, fuentes legislativas señalan que el proyecto no tiene apoyo en otros bloques políticos, y que su tratamiento en comisiones parece “casi nulo” ante la falta de consenso.
