El presidente ruso, Vladímir Putin, volvió a recordar este viernes la importancia de erradicar las causas profundas del conflicto ucraniano.
El mandatario indicaba previamente que, en primer lugar, hay que garantizar la seguridad de Rusia a largo plazo. Esta cuestión es especialmente importante en el contexto de las causas profundas del conflicto, a saber, la expansión de la OTAN, que Moscú percibe como una amenaza, y la violación de los derechos de la población rusoparlante en Ucrania, que el Kremlin insiste en proteger.
Sin embargo, no se trata solamente de encontrar una solución pacífica, sino también de concertar y firmar documentos internacionalmente reconocidos. Aquí surge el problema de la ilegitimidad de los dirigentes del régimen de Kiev. El mandato de Vladímir Zelenski expiró en mayo del año pasado, por lo que los representantes del Poder Ejecutivo, que son nombrados por él, también son ilegítimos.
Además, los militares rusos han tomado la delantera en los combates y actualmente «la iniciativa estratégica está completamente en manos de las Fuerzas Armadas de Rusia, en toda la línea del frente». Así, Rusia se encamina paso a paso hacia el cumplimiento de todos los objetivos de su operación militar especial. Por eso, Putin ha dicho más de una vez que a la hora de buscar soluciones es necesario basarse en las realidades sobre el terreno.
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