La Cámara decide si insiste con dos proyectos que buscan recomponer partidas y sueldos en educación superior y salud pediátrica.
La Cámara de Diputados debatirá hoy la insistencia sobre dos vetos de Javier Milei que afectan a la universidad pública y al Hospital Garrahan, después de que el Ejecutivo suspendiera ambas normas a comienzos de septiembre.
Los decretos presidenciales llegaron tras la sanción parlamentaria en agosto y fueron formalizados en días distintos, lo que encendió una señal de alarma en rectores, gremios y colectivos de la salud. La discusión no es solo política: tiene impacto directo en partidas, salarios y sostenimiento de servicios.
Además, mientras se vota en el recinto, se esperan cortes y concentraciones en las inmediaciones del Congreso y réplicas en provincias, con el objetivo de presionar a los diputados presentes. Esa convergencia convierte la sesión en un termómetro de poder real y de capacidad de negociación.
Ley de Financiamiento Universitario: la aprobación en el Congreso y el veto de Javier Milei
La Ley de Financiamiento Universitario había sido aprobada por el Congreso con la propuesta de actualizar partidas y recomponer sueldos según la inflación acumulada de 2023-2024, con actualizaciones bimestrales por IPC y un plan de aumento progresivo hasta fijar 1% del PBI en 2026 y 1,5% en 2031. El Ejecutivo objetó la norma alegando un aumento del gasto público sin fuentes claras.
Según la Oficina del Presupuesto del Congreso, la iniciativa implicaría un costo aproximado de 0,23% del PBI, una cifra que el Gobierno esgrimió para justificar el veto. Para rectores y sindicatos, en cambio, ese cálculo no toma en cuenta el deterioro salarial acumulado y la caída en gastos de funcionamiento que afecta la actividad cotidiana de facultades y hospitales universitarios.
El veto de Milei a la Emergencia Pediátrica
La eventual revocación del veto implicaría la reasignación de partidas urgentes para insumos críticos y la posible recomposición salarial de residentes y profesionales pediátricos. Sin embargo, la forma y rapidez con que esos recursos lleguen a efectores como el Garrahan, dependerán de la ejecución administrativa y de eventuales medidas transitorias que el Ejecutivo decida adoptar.
También existe riesgo de fricciones: la reglamentación puede abrir nuevas negociaciones sobre montos y partidas, y en ese proceso los plazos suelen estirarse. Hay incertidumbre sobre cuán rápido se pueden destinar recursos y cómo se priorizarán las necesidades más urgentes.
Qué pasa si el Congreso consigue hoy los 2 tercios en rechazo a los vetos
Si la oposición logra reunir los dos tercios de los presentes y la insistencia prospera, el proyecto pasa inmediatamente al Senado sin modificaciones. Como Cámara revisora, deberá ratificar la insistencia con la misma mayoría de dos tercios, al menos 48 de 72 senadores presentes. La sesión podría ser el 18 de septiembre. Si se aprueba por ambas Cámaras:
- El Congreso comunica la decisión al Ejecutivo.
- El Presidente debe promulgar las leyes (no puede vetarlas nuevamente ni objetar). Se publican en el Boletín Oficial y entran en vigencia inmediata.
- Las leyes tendrían fuerza de ley, obligando al Gobierno a ejecutar los fondos y medidas (ej.: transferencias automáticas a universidades y Garrahan, actualizaciones salariales).
Tercera Marcha Federal Universitaria: cortes y convocatorias frente al Congreso y resto del país
La movilización convocada por gremios, federaciones docentes y centros estudiantiles tiene puntos de concentración programados desde la tarde y un acto central previsto cerca del Congreso; además se replican acciones en Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y otras plazas. Se espera una presencia masiva de estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores del Garrahan, y cortes que complicarán el tránsito en la zona.
Entre las medidas anunciadas figura un paro parcial en el Garrahan y tomas simbólicas en facultades; la movida no es sorpresa: ya hubo dos marchas similares desde 2024 y los actores organizados tenían planes de respuesta listos si el Ejecutivo vetaba las leyes. El objetivo es doble: presionar a los diputados y visibilizar el impacto real en campus y hospitales.