Una mujer que había quedado atrapada en su propio dormitorio en la provincia de Sichuan (China) pudo ser liberada, después de que un joven repartidor encontrara en la calle la almohada en la que ella había escrito un mensaje con su propia sangre, reportó el pasado domingo SCMP.
El repartidor, de apellido Zhang, se encontraba realizando entregas en su empleo de verano cuando halló una almohada arrojada en el suelo con los números 110 625 escritos con sangre en su superficie.
Como el número 110 es el teléfono de emergencias asignado en China, el repartidor contactó a la Policía, temiendo que alguna persona se encontrara en peligro.
Con la ayuda de un empleado de un hotel cercano, Zhang logró entender que el 625 se correspondía con el número de departamento donde se encontraba la mujer, que había quedado incomunicada en su propio dormitorio en un estado de emergencia, sin comida y sin agua.
Mensaje de socorro
Por su parte, la mujer, apellidada Zhou, explicó que el incidente se debió a una corriente de aire que azotó la puerta de su dormitorio, que quedó bloqueda y con la cerradura rota. Su teléfono móvil se encontraba en otra sala en el momento del percance, por lo que quedó completamente aislada e incomunicada durante 30 horas.
Desesperada, la mujer trató de romper en vano la puerta de su habitación. A continuación colgó un traje rojo por la ventana y arrojó los bordes de espuma de su cama a la calle para llamar la atención, consiguiendo nulos resultados. En un acto final de angustia, a Zhou se le ocurrió escribir su nota de socorro y se golpeó el dedo para lograr la ‘tinta’.
El joven salvador de la mujer fue condecorado como ‘repartidor distinguido’ por la compañía de entregas. Adicionalmente, recibió una compensación económica de unos 300 dólares, luego de rechazar una gratificación inicial ofrecida por la mujer rescatada. «Fue solo un pequeño acto de amabilidad; cualquiera habría llamado a la Policía», declaró el joven héroe.
