El economista Luis Secco advirtió que el Gobierno puede llegar a tener problemas en 2026 si no logra bajar el riesgo país lo suficiente, al poner en duda la estrategia del equipo económico de tomar nueva deuda para sumar a las reservas en vez de comprar dólares en el mercado.
“Yo creo que si el riesgo país sigue en estos niveles, cuando a partir del año que viene empiecen los vencimientos importantes, no va a ser fácil que el mercado aparezca”, explicó Secco en declaraciones a Ámbito.
El economista cuestionó la estrategia del equipo económico que decidió desplegar toda una ingeniería financiera para conseguir los dólares comprometidos en el acuerdo de abril con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En julio la Argentina tendrá que enfrentar vencimientos por u$s5.000 millones y eso se va a pagar con un nuevo endeudamiento, ante las advertencias de analistas y consultores en el sentido de que el Banco Central tendría que haber comprado dólares para sumar a las reservas internacionales (RIN).
Secco señaló que el año próximo, si no baja el riesgo, “el mercado se va a preguntar por qué Argentina está pagando ese nivel de tasas”, a lo que el Gobierno va a argumentar que “hizo un ordenamiento fiscal y monetario inédito, que la economía rebotó de la recesión y que la inflación está cayendo”.
El mercado confía pero pregunta con qué se va a pagar
En ese sentido, el analista indicó que “el mercado va a confiar en que el Gobierno quiere pagar, pero se va a preguntar con qué va a pagar”. Para el profesional “la apuesta es que le vaya muy bien en las elecciones, y que eso finalmente gatille el cambio de expectativas que todavía no tuvo lugar”.
Uno de los argumentos de mayor peso en favor de la estrategia oficial es que la compra de dólares por parte del Tesoro o del Banco Central para nutrir las RIN implica inyectar pesos, lo que significa riesgo inflacionario si es que no es absorbido por la demanda de dinero de parte del público.
Al respecto, Secco opinó que en los países en los que se compran reservas, “si ven que hay un exceso monetario, hacen operaciones de mercado abierto como hace cualquier banco central”.
Las dudas sobre «alquilar» reservas
La consultora Vectorial sostiene que el endeudamiento “es la causa del recelo de los inversores extranjeros y lo que hace preguntarse por qué se gastó tanta pólvora en el saneamiento del balance del BCRA (u$s20.000 millones de dólares frescos del FMI) si de manera inmediata se comienza a deteriorar a partir de las futuras (y cercanas) obligaciones”.
“El problema es el mismo de siempre: si el único mecanismo para conseguir dólares es el endeudamiento, esos mismos tenedores demandarán cada vez más dólares en el futuro, incubando crecientes presiones sobre las reservas internacionales del BCRA, que sólo podría sortearse con un endeudamiento que crece exponencialmente”, plantea Vectorial.
Un respaldo a la estrategia oficial
El economista Maximiliano Gutiérrez, del Instituto de Investigaciones Económicas para la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) es menos rudo con la estrategia oficial. Su hipótesis se basa en que no habría demanda de dinero que pudiera absorber los pesos que implicaría comprar reservas en el mercado.
“Actualmente el Tesoro cuenta con $12,1 billones depositados en el BCRA, pero no debemos olvidarnos que a fines de abril la autoridad monetaria le giró utilidades del ejercicio previo por $11,7 billones”, recuerda Gutiérrez.
El economista del IERAL advierte que “si estos pesos se utilizan para comprar dólares implica volver a inyectarlos en la economía, lo que se traduce en un aumento de la base monetaria”.
Gutiérrez considera que en caso de que el Gobierno decidiera comprar reservas debería “jugársela” a que la inyección de pesos no se vaya a precios. Un dato haría pensar que podría hacerlo y es que con inflaciones en niveles del 2% mensual la base monetaria en Argentina era del 8,5% y 9% del PBI mientras que ahora es del 4% del PBI. Esa diferencia de entre 4 y 5 puntos podría implicar demanda genuina de pesos.
“El hecho de que el tipo de cambio oficial se mantenga relativamente estable en los últimos tiempos genera interrogantes sobre qué tanto espacio queda para que la demanda de dinero pueda absorber la emisión asociada a la compra de dólares, al menos en el corto plazo”, explicó.