De acuerdo a lo publicado por el IARAF, teniendo una perspectiva de los últimos 9 años, el monto de las transferencias automáticas reales totales del año pasado, de confirmarse la inflación supuesta del 2,8% mensual en diciembre, se ubicaría en el octavo puesto (ordenando de mayor a menor).
El derrumbe de los ATN es más significativo, ya que se trata de una herramienta que los distintos gobiernos utilizan como un sistema de premios y castigos para las provincias. Sobre este ítem, solo la Ciudad de Buenos Aires mostró índices positivos (+33,2%), beneficiada por el fallo de la Corte Suprema que obliga a que Nación le devuelva el punto de Coparticipación que se le quitó en la gestión de Alberto Fernández.
Siguiendo la suba en CABA, las jurisdicciones que exhibieron una menor caída fueron Neuquén (-61,7%) , Santa Cruz (-69,3%), Jujuy (-70,2%), Mendoza (-79,2%), Chubut (79,8%), Salta (-82%), Tucumán (-82,5%) y Misiones (-82,7%). De acuerdo a datos de Politikón Chaco, La Rioja (-98,1%), La Pampa (-96%) y Formosa (-95,9%), todas gobernadas por el peronismo, fueron las provincias que más sufrieron el desplome de las transferencias discrecionales.
Retenciones: respaldo a los reclamos del campo
Otro de los puntos álgidos de la semana fueron las quejas cada vez más a viva voz del campo contra el Gobierno por las retenciones. Los reclamos llegaron desde entidades agropecuarias de todo el país, que denunciaron la «asfixia» del sector, profundizada por la adversidades climáticas, y reclamaron el fin de los impuestos a la exportación.
La protesta fue replicada por dos gobernadores de la Región Centro: Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora. El primero en abrir el juego fue el santafesino, quien disparó munición pesada durante la firma del acta que dio inicio a la construcción del tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe. Consultado sobre la situación del agro, Pullaro evaluó que «Argentina no va más con el esquema de retenciones que tiene».
«El campo no puede seguir subsidiando al Conurbano bonaerense, a ese sector improductivo de la República Argentina, que le genera un costo muy grande», protestó el mandatario radical en diálogo con la prensa. Sus declaraciones no cayeron en gracia en la provincia de Buenos Aires, donde el Partido Justicialista (PJ) bonaerense se despachó con un comunicado en el que le pasó factura al dirigente recordando cuando Axel Kicillof envió 50 patrulleros para reforzar la seguridad en Rosario, en medio de la escalada de violencia narco.
Como contraparte, Unidos para Cambiar Santa Fe, el espacio de Pullaro, respondió con otro documento en el que manifestó su respaldo a la administración del litoraleño.
Por su parte, el cordobés Martín Llaryora también salió en defensa del campo frente a los pedidos al Gobierno nacional. A través de sus redes sociales, el mediterráneo aseguró que «llegó la hora del campo», al tiempo que advirtió que «Argentina está a tiempo de evitar una crisis profunda que golpee a su interior productivo».
«Acompañamos el legítimo reclamo de las entidades agropecuarias, que exigen al Gobierno nacional medidas concretas para enfrentar esta difícil situación», consideró Llaryora. Aclaró, además, que «el campo necesita con urgencia una reducción de las retenciones a las exportaciones, permitiendo que esos recursos vuelvan a este pujante sector productivo».
«Córdoba aportó miles de millones de dólares. ¿Se imaginan lo que sería nuestra provincia si ese dinero quedara en manos de quienes invierten, generan empleo y desarrollan nuestras comunidades?», se preguntó. Y concluyó: «Es el momento de aliviar la carga que soporta el campo, un sector que además enfrenta la baja de los precios internacionales. Hay que sacarle la pata de encima al campo y liberar toda su capacidad productiva a favor de la Argentina».
Chispazos por tasas municipales
La segunda semana del año trajo también un pedido especial con firma del ministro de Economía, Luis Caputo. El Palacio de Hacienda giró un reclamo a las provincias para que fomenten la derogación de las tasas municipales, uno de los tributos con los que el Gobierno está en pie de guerra, en especial con los intendentes de PBA.
Si bien diversas administraciones lo tomaron como un misil apuntado a Axel Kicillof, lo cierto es que le recordaron a Nación sobre la autonomía de los municipios y corrieron el eje de la discusión. «El 80% de la presión tributaria es por impuestos nacionales», devolvió la pelota un ministro de Economía provincial consultado por Ámbito.
Más vehemente fue el intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, el peronista Gustavo Saadi, quien dijo que «esto pasa cuando hay funcionarios nacionales que no entienden cómo se maneja una provincia o un municipio porque nunca estuvieron». «El alumbrado público es un servicio, a la noche uno lo ve que está prendido y eso genera gastos”, evaluó.
Otros distritos, en cambio, mostraron mayor cautela y advirtieron que analizarían el pedido. En Córdoba, por caso, manifestaron que su Constitución garantiza la autonomía de los municipios, por lo que el cobro de tasas municipales no es competencia de la provincia.
La ciudad de Córdoba capital, por su parte, anticipó que irá a la Justicia si Nación prospera en su deseo de eliminar tasas municipales, tal como ya hicieron distintos intendentes del conurbano bonaerense. «Va en contra de la autonomía municipal, desfinanciando lo que tiene que ver con el funcionamiento de las ciudades: barrido, alumbrado, limpieza, bacheo y demás», protestaron.
A última hora del viernes, el Gobierno convocó a sesiones extraordinarias en el Congreso, abriendo el juego al toma y daca con las provincias. Ese ida y vuelta comenzará a revelar de manera más certera la actualidad del vínculo entre la administración libertaria y los gobernadores.