Aún falta un trecho para perforar los 400 puntos. Si bien hubo un «amague» en las últimas horas de que se acercaba a ese target dado que un dato que publicó Reuters que ubicaba ese índice alrededor de las 450 unidades, un funcionario salió a poner paños fríos al asunto. Felipe Núñez, jefe de Finanzas del Ministerio de Economía, dijo a través de la red social X (ex-Twitter) que se trató de un descalce técnico, que se produce en un momento de fuerte volatilidad de los bonos argentinos ante el inminente pago de cupones que se hará este jueves. Lo que pasó fue que el índice solo toma la evolución de los globales en dólares, no incluye a los bonares. Por eso, ante un salto fuerte de los títulos que toma, cayó estrepitosamente, pero J.P. Morgan luego corrigió el error y lo ajustó en 561 puntos.
Los fundamentos del descenso del riesgo país argentino
No obstante, si bien fue una exageración lo de este martes, por el momento, el riesgo país argentino está a la baja. «La realidad es que se ubica en torno a los 570 puntos. Siguió la compresión en el inicio de 2025», describe Pedro Siaba Serrate, Head of Research & Strategy en Portfolio Personal Inversiones (PPI). El sendero es positivo a los ojos de los inversores y el analista sostiene que esto «responde, en parte, a la hipótesis de la reinversión de cupones«.
Explica que hay que tener en cuenta que los tenedores de los títulos que pagan este 9 de enero, se van a hacer de unos u$s4.250 millones, de los cuales el 52,5% irá a manos de residentes y es esperable que esos fondos vayan a reinvertirse en títulos de la curva. Mientras que, si bien en el caso de los no residentes es menor probable que sea así, dado que los diferentes «spread» de crédito comparables siguen siendo bajos, anticipa que «pueden mantener el interés y buena parte de esos flujos se va a reinvertir». Cómo se comporten esos fondos será clave para la dinámica futura de los bonos.
Juan Ignacio Alra, Portfolio Manager de Consultatio/TPCG, dice a Ámbito que el Gobierno tuvo un año bueno en materia financiera. «Eliminó déficit fiscal, calmó la brecha cambiaria, bajo fuertemente la inflación y los costos políticos y sociales fueron, contrario a lo que se creía, bajos. En definitiva, terminó el año pasado con mejores indicadores de aquellos con los que empezó», detalla. Así, explica que estos son algunos de los elementos que le permiten, hoy, sustentar esta mejora en la calificación financiera global. Sin embargo, la gran duda es si se sostendrá.
¿Seguirá a la baja riesgo país?: qué vaticina el mercado
Para Siaba Serrate, esta tendencia seguirá y el riesgo país bajará más, dado que de alguna manera a los elementos de la macro, como el reordenamiento fiscal, y que se puede repetir ese rumbo, sumado a un potencial acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a una incipiente vuelta al mercado de deuda internacional, que surge con el REPO que obtuvo el Gobierno. Sin embargo, aclara que el tenedor de bonos argentinos no va a tener este año rendimientos tan extraordinarios como los que se mostraban en 2024.
Santiago López Alfaro, de Patente de Valores, también avizora que Argentina continuará en este rumbo ayudada por los bonos locales, pero también por una recuperación de la tasa de la Reserva Federal y el riesgo local puede llegar a los niveles que él define como «los peores de Ámérica Latina, que es un nivel de 400 puntos, como tiene Honduras, por ejemplo». Eso le permitiría a Argentina acceder a una una tasa del 8%, calcula.
En la misma línea, Bastante explica que «las perspectivas del mercado local en general son favorables: los datos macro sobre resultado fiscal y desaceleración de la inflación son positivos y bien recibidos por los mercados». A lo que Gastón Lentini, analista financiero, apunta que «el ánimo de los inversores alto y los datos del superávit fiscal, sumado a las ventas minoristas informadas por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) hacen esperar que el cobro de los cupones y capital de los bonos Bonares (AL) y Globales (GD) suceda sin riesgos». El tema es ver qué sucede hacia adelante.
Riesgo país a la baja: qué dudad hay hacia adelante
De cara al futuro, Bastante, señala que aún hay margen para que siga bajando el riesgo país y la mayoría de los analistas coinciden en eso. «De hecho otros países de la región tienen entre 200 y 300 puntos básicos, mientras que Argentina, que comenzó en 1.900 puntos básicos cuando asumió el actual gobierno, ahora ronda por los 600 puntos», detalla. No obstante, agrega que, al ser un año electoral, siempre puede haber «ruidos», pero que, «si al Gobierno le va bien en las elecciones de medio término, y siempre y cuando mantenga la disciplina fiscal, sería plenamente alcanzable un riesgo país de entre 200 y 300 puntos».
En ese mismo tren, Lentini anticipa que los pronósticos, si se mantiene esta dinámica, hablan de un riesgo país de menos de 500 puntos, lo que hace que aún podamos ver mayores subas en los precios de esos bonos, lo que «suena entusiasmante», aunque señala que hay que ser objetivos y reconocer que «aun tenemos reservas netas negativas en el Banco Central (BCRA)«. En consecuencia, advierte que, si bien la idea de que Argentina se normalice, pague y acceda a nuevos créditos se vuelve a abrir, no se atreve «a confiar completamente en que quedaron solucionados todos los problemas del país».
Sucede que, si bien el frente financiero le sonríe a Javier Milei, Bastante advierte que uno de los desafíos de este año «es ver si el buen clima en los mercados se puede traducir en una mejora en la economía real y si comenzarán a concretarse las inversiones del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI)». Asimismo, cabe recordar que, durante el Gobierno de Mauricio Macri, el índice llegó a ubicarse en torno a los 300 puntos, pero luego los grandes fondos comenzaron a retirarse, el levantamiento del cepo se cayó y se diluyeron los fundamentos que habían propiciado la baja en poco tiempo.
Como dice Lentini: «En criollo, podemos ver que estamos en la senda correcta a lo ojos de los inversores mundiales, pero necesitamos seguir por acá para que el riesgo país siga en baja y se pueda seguir en el desarme del cepo«. Explica en ese sentido algo que los argentinos hemos aprendido por la fuerza, que no existe una salida mágica, en un solo día apretando un botón. «Requiere destrabar diferentes restricciones y eso nos permitirá realmente, volver a tener ingreso de inversión directa extranjera, libertad en flujo de capitales y lo mas difícil seguir generando confianza», opina.
Así, se observa que, si bien el mercado ve señales positivas y quiere creer es necesario que el Gobierno avance en la traducción de las medidas que aplica para mejorar el entorno financiero en la economía real. Tal como plantea Alra, «las dudas igual siguen existiendo y giran en torno a cuán posible es seguir con el tipo de cambio tan apreciado, si seguirá habiendo problemas con las empresas por la imposiblidad de sobrevivir a costos en dólares tan altos». Y, por el lado internacional, indica que aún falta normalizar relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y avanzar, al menos de manera mas evidente, en la apertura del cepo.