«Siempre esperas más», declaró el lunes el candidato presidencial uruguayo, Yamandú Orsi, al ser preguntado por un canal local si había conseguido un día antes el resultado proyectado. El domingo ganó la primera vuelta, pero se quedó corto y ahora habrá balotaje contra Álvaro Delgado.
Uruguay, que tiene alrededor de 3,5 millones de habitantes, no renueva en el poder a un partido o coalición política desde 2014, cuando Tabaré Vázquez venció en segunda vuelta al actual mandatario Luis Lacalle Pou y mantuvo al izquierdista Frente Amplio en el mando tras cinco años de José ‘Pepe’ Mujica.
Con este panorama y unos sondeos a favor, la coalición opositora del Frente Amplio partía como favorita el domingo y no eran pocos quienes apuntaban a una victoria en primera vuelta. Un hecho que no se produce desde 2004, cuando Vázquez alcanzó el 50 % de los apoyos.
Uruguayos acuden a las urnas para elegir a su presidenteEste domingo, 2,7 millones de uruguayos votan para decidir si vuelven a tener un líder de izquierda o continúan con el gobierno conservador de Luis Lacalle Pou. pic.twitter.com/CDJ16UNdVe
— Sepa Más (@Sepa_mass) October 27, 2024
Orsi consiguió el 43,94 % y, aunque Delgado obtuvo 26,77 %, el oficialista Partido Nacional se esperanza en repetir lo conseguido en 2019. Ese año Lacalle Pou quedó segundo en la primera vuelta con alrededor del 29 % de las papeletas y, en segunda, con el lanzamiento de la llamada coalición multicolor pudo triunfar.
La coalición multicolor, ahora conocida como coalición republicana, estuvo integrada por el Nacional, el Partido Colorado, el Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista.
Si se suman los sufragios del domingo de todas estas fuerzas, el número para la derecha asciende a 46,7 %, unos tres puntos por encima de lo conseguido por el Frente Amplio. ¿Es posible un escenario como el de los anteriores comicios?
La posibilidad
«Me parece difícil, sin embargo no imposible», contesta a este medio Camila Zeballos Lereté, docente e investigadora del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, en Montevideo.
Explica que «no necesariamente funciona así» el panorama electoral de cara a un balotaje. «La coalición republicana se enfrenta a un desafío: cuán eficiente es Delgado para recoger el apoyo de todos los votantes de los partidos que conforman la coalición. ¿Delgado podrá aglutinar todos esos votos?«, interroga.
Delgado, quien es veterinario de profesión, fue secretario de la Presidencia del actual jefe de Estado hasta diciembre de 2023 y presume del vínculo. «El 27 vamos a confirmar este rumbo para ser el país más desarrollado de América Latina», aseguró la semana pasada.
«Delgado no tiene el perfil político ni carisma de Luis Lacalle Pou. Hay que poder mirar esta elección con mucha atención, sobre todo para tomar en cuenta el comportamiento de los partidos políticos que conforman la coalición. Las sumas de votos no son lineales y, además, el Frente Amplio ha dado muestras, en circunstancias similares, de desarrollar su potencial como maquinaria política a nivel territorial», expone Zeballos.
El Frente Amplio, que bebe de tendencias tan divergentes como las del Movimiento de Participación Popular, el Partido Comunista o el Partido Demócrata Cristiano, acabó de la mano de Vázquez con la larga hegemonía bipartidista del Partido Nacional y del Partido Colorado. Y desde 2005 es la agrupación que más tiempo ha estado en la Torre Ejecutiva.
«El Frente Amplio tiene una ventaja vinculada a la conformación de gobierno y vinculación entre el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo. Los riesgos de un gobierno dividido pueden ser altos. Además, la coalición tiende a perder votos en noviembre, y el Frente Amplio a ganar votos», zanja la experta.
El desglose electoral
El Frente Amplio terminó con 16 escaños en el Senado, con lo cual tendrá la mayoría. Sin embargo, la coalición republicana lo superó por poco (49 a 48) en la Cámara de Diputados, de manera que ningún bloque dominará ese órgano legislativo.
«El ganador de la noche es el Frente Amplio. Tuvo una excelente votación con relación a 2019 y ganó en 12 de los 19 departamentos del país», anota Zeballos. «El favorito es el Frente Amplio, más teniendo en cuenta la distribución de bancas», añade.
La misma noche electoral, Orsi destacó el resultado global. «Nuestro Frente Amplio, en este concierto de partidos, es nuevamente el partido más votado del Uruguay», afirmó ante el júbilo de sus simpatizantes en la rambla, una avenida de Montevideo.
Entretanto, los electores votaron ‘No’ en los dos plebiscitos para reformar la Constitución. De esa forma descartaron la propuesta de seguridad social de algunos sectores del Frente Amplio para cambiar el sistema jubilatorio y el de los allanamientos nocturnos, que era promovida por el oficialismo.
Un factor determinante
Uruguay, una nación estable, con índices de desarrollo y prosperidad muy por encima de la media latinoamericana, no es ajena a la problemática de seguridad que aqueja al continente en general.
Del 20 de febrero al 2 de marzo pasado, la encuestadora Factum, una de las más importantes, preguntó a 900 personas por teléfono cuáles eran sus principales preocupaciones y el 49 % respondió que la seguridad. Mientras que a nivel temático, un 53 % señaló la «seguridad pública, violencia, narco».
«Los temas que van a estar en estas semanas son los vinculados a los dos plebiscitos que se pusieron a consideración de la ciudadanía», anticipa la politóloga. «Probablemente sea el momento de que los partidos que están compitiendo por la presidencia logren mostrarle a la ciudadanía cuáles son sus propuestas de gobierno, qué esperan implementar en caso de ser gobierno y cuáles serán los equipos técnicos que designarán», agrega.
Hasta ahora ningún aspirante ha revelado nombres. Al ser preguntado en el programa ‘Telemundo’, de Teledoce, Orsi aclaró que no tiene definido a la persona que encabezará el Ministerio del Interior, pero apuntó: «Siento que el equipo se refuerza cada vez más».
Un tótem de refuerzo
Empero su principal respaldo sigue siendo, a sus 89 años, el expresidente Mujica, quien mantiene una alta popularidad. Y, a pesar de que se recupera de los efectos de un tratamiento que recibió para tratar un cáncer de esófago, no se descarta que tenga un rol clave de cara al 24 de noviembre, cuando se dará el balotaje.
«La figura de Mujica ha estado presente a lo largo de toda la campaña. Es una persona que tanto físicamente como discursivamente está presente en la construcción de identidad de buena parte del Frente Amplio», expresa Zeballos.
Desde su emblemática chacra, el popular ‘Pepe’ todavía tiene un papel en la política uruguaya que él mismo ha reconocido se extingue poco a poco. «Capaz que es mi último voto», dijo el domingo en una escuela en el barrio Cerro, una zona empobrecida del oeste de Montevideo, adonde fue llevado en silla de ruedas.
«La impronta de Mujica es muy importante para la construcción de una mística que el Frente Amplio necesitará en estas semanas de campaña», menciona Zeballos, quien vislumbra un «escenario de alta competencia» de aquí al momento de reabrir las urnas, en menos de un mes. «Serán días muy intensos de campaña», pronostica.
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