La compañía de moda online busca mover su sede desde Singapur tras los intentos fallidos de salir a Bolsa en Nueva York y Londres, con el objetivo de levantar capital.
La empresa de moda online Shein analiza regresar a China continental, desde Singapur, donde se había instalado en 2022 con la meta de facilitar su salida a Bolsa en Hong Kong. La decisión llega luego de los intentos fallidos de cotizar en Nueva York y, posteriormente, en Londres.
Según fuentes citadas por The Guardian, la compañía ya ha consultado con estudios jurídicos sobre la posibilidad de crear una matriz en China que le permita cumplir con la normativa local y colocar sus acciones en Hong Kong, considerada su plaza financiera prioritaria.
Intentos fallidos en Nueva York y Londres
Shein consideró inicialmente salir a Bolsa en Nueva York en 2022. Sin embargo, la empresa enfrentó obstáculos regulatorios debido a las tensiones entre Estados Unidos y China, lo que llevó a la compañía a reconsiderar sus planes.
En 2023, Shein reactivó sus esfuerzos para cotizar en la ciudad norteamericana. La empresa presentó una solicitud confidencial ante la Securities and Exchange Commission (SEC) de EEUU, con una valoración estimada de hasta u$s90.000 millones.
A pesar de aquello, este proceso se vio afectado por la creciente oposición bipartidista en el Congreso de EEUU, que cuestionaba las prácticas laborales de Shein, especialmente en relación con la región de Xinjiang. Estas preocupaciones llevaron a un endurecimiento de las regulaciones, dificultando aún más la posibilidad de una salida a Bolsa en dicho país.
Ante la falta de avances y la creciente presión política, Shein abandonó sus esfuerzos para cotizar en Nueva York. Posteriormente, Shein presentó su solicitud para cotizar en Londres, buscando la aprobación de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido. La operación, que lleva 18 meses en trámite, encontró obstáculos regulatorios que retrasaron el proceso.
El folleto de la oferta pública inicial enviado a la Bolsa de Hong Kong y a la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) también buscaba impulsar la autorización pendiente en Reino Unido. Aunque la CNMV británica aprobó el documento, la autoridad china lo rechazó debido al manejo de los riesgos asociados a las operaciones en Xinjiang, región habitada por la minoría uigur, sobre la que Pekín ha recibido críticas por violaciones a derechos humanos.
De acuerdo con la legislación china, cualquier empresa con vínculos importantes en el país debe obtener la aprobación de las autoridades locales antes de salir a Bolsa, incluso si su domicilio principal se encuentra en el extranjero, lo que condiciona el camino de Shein hacia la cotización internacional.