La sesión empezó caldeada. Los dos extremos parecían tener la orden de “pudrir” el debate, como dijeron de un sector de centro. El oficialismo, por una sencilla razón: los bloques de la oposición, impulsados por los radicales díscolos de Democracia para Siempre (DpS), habían puesto en marcha una sesión con temas que los libertarios rechazan de plano, bajo el argumento de que atentan contra el déficit cero que tanto pregona Milei. Entre ellos, la Emergencia para el Garrahan y el Financiamiento Universitario.
Pero además, se ponían otras cosas en juego para La Libertad Avanza. Por un lado, que avanzara la reforma a la ley que regula los DNU. Las intenciones de la oposición son claras: dificultarle al Presidente legislar vía decreto (sorteando el Congreso). El segundo, que finalmente se destrabara el funcionamiento de la comisión investigadora por el Caso $LIBRA, que tanto preocupa a las filas libertarias.
En cambio, en Unión por la Patria había enojo. Y mucho. Porque la bancada que conduce Pablo Juliano, Democracia para Siempre, quiso llevarlos de las narices a una sesión, con una agenda ecléctica, sin la posibilidad de colar algún proyecto de su propia agenda en el temario (salvo los dos textos centrales, que eran proyectos compartidos). Con un agravante: a último momento, cuando el poroteo daba cinco diputados abajo del quorum reglamentario, los radicales de DpS sellaron un acuerdo con el oficialismo de Córdoba. Introdujeron la baja de retenciones al agro, a cambio de presencias en el recinto. Y lo consiguieron.
Es decir, UP, que aportó más de 90 diputados al quorum, no tuvo ni voz ni voto en el temario. Y, para colmo, de prosperar la sesión quedarían expuestos de votar con el oficialismo en el tema retenciones. Los incentivos del peronismo para quedarse hacia el final de la sesión, y avanzar en proyectos ajenos eran muy bajos.
La detención de cinco personas por el escrache que sufrió el diputado José Luis Espert en su casa días después de agredir a la hija de la expresidenta Cristina Kirchner, Florencia, fue la excusa que encontró el PJ para desbaratar la sesión una vez cumplido el objetivo. Es decir, votar, con éxito, los emplazamientos para forzar los debates en comisión del Garrahan y de Universidades, los dos proyectos que sí impulsaba la bancada que conduce Germán Martínez.
En concreto, durante toda la sesión, UP apuntó contra el gobierno de Milei, la ministra Patricia Bullrich y Espert por la detención de militantes de La Cámpora, en el marco de la investigación del pasacalles y la bosta que un grupo de militantes dejó en la puerta del diputado de LLA. Básicamente, UP acusó de persecución política a los libertarios.
Con la venia de las autoridades del bloque, es decir, Germán Martínez y la camporista Paula Penacca, un grupo de diputadas se le fueron “al humo” a Espert. La escena quedó registrada por el diputado del PRO Fernando Iglesias. En ese momento, Menem aprovechó para dar la sesión por caída. Y se terminó el show.
UP se “salvó” de tener que votar con LLA en contra del proyecto de retenciones. Y de acompañar otras iniciativas radicales que, en algunos casos, no forman parte de su agenda.
El escena libertaria
Martín Menem y su bloque también montaron su espectáculo. Arrancada la sesión, los diputados de La Libertad Avanza hicieron uso de la palabra como nunca antes. Con discursos encendidos, buscaron caldear el clima en una sesión que les resultaba adversa. En general, los libertarios se mantienen callados en el recinto, su participación activa llamó la atención.
Así, UP y los libertarios, junto con la bullrichista Silvana Giudici y su par Gerardo Milman, montaron un festival de discursos y contradiscursos que nada tenían que ver con la sesión.
El debate se tornó inconducente y agresivo. Hasta que el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, cuestionó la dinámica que había cobrado la sesión, y propuso someter a votación un proyecto de su autoría que busca destrabar la comisión $LIBRA. Esta sigue sin funcionar luego de que en dos oportunidades se produjera un empate al momento de la votación de las autoridades.
Como fuera, una vez más fue el turno de Menem. Pocas veces los libertarios se atienen tanto a las reglas, y al reglamento de la Cámara de Diputados, como cuando se cuela el tema $LIBRA en la sesión. Es allí cuando el presidente de la Cámara apela a cumplir a rajatabla el reglamento, aunque no le den la razón los antecedentes recientes en la Cámara que él preside, sino más bien lo contrario.
Es evidente que el riojano sobreactúa su apego al reglamentarios para frenar cualquier tipo de avance de ese cuerpo que busca esclarecer si el jefe de Estado cometió fraude al difundir la criptomoneda.
Las agresiones verbales entre libertarios y diputadas de UP fueron la excusa perfecta que tuvo Menem para frenar, una vez más, el funcionamiento de la comisión. ¿De qué manera? Dio por finalizada la sesión por falta de quorum.
Desde Unión por la Patria explicaron que las autoridades de la bancada dieron el visto bueno para dejar sus bancas porque sabían que, una vez más, Menem no habilitaría la votación. Y hasta apuntaron al bloque de Democracia para Siempre y de Encuentro Federal por no insistir con el asunto desde sus bancas. “¿Escuchaste a alguien de EF hablar sobre Libra ayer? ¿Escuchaste a alguien de DPS bancar la posición?”, dijeron a este medio.
De allí que Ferraro, desde su cuenta de Twitter, se hizo los siguientes planteos: “¿Qué acordaron? ¿Qué llamados hubo en el medio y quién llamó a quién? ¿Qué es lo que molesta tanto? ¿Por qué se renuncia a la facultad de investigar? ¿Por qué seguimos montando este simulacro, este ‘como si’? ¿Por qué no había que mencionar el tema en Labor?”. Todo esto luego de escribir: “Me van cayendo las fichas y sigo recibiendo información”.
Conclusión: la sesión fue un win-win para los dos polos. El oficialismo logró frenar la comisión $LIBRA y la muy remota posibilidad de que avanzara la reforma de los DNU. UP logró que se emplazaran a comisión sus dos iniciativas: el Garrahan y Universidades y no sentir aprietos en el tema retenciones.
The show must go on.