Un tren que viajaba rumbo a Tucumán se descarriló, generando preocupación sobre el estado de las vías de larga distancia. Según contaron a Página 12 desde el gremio de ferroviarios, los durmientes –esas piezas de madera que sostienen los rieles– «estaban podridos”, y la empresa Trenes Argentinos decidió suspender momentáneamente el servicio para garantizar la seguridad de los pasajeros.
La noticia preocupó a quienes dependen del tren todos los días. Este martes, y por precaución, la concesionaria Nuevo Central Argentino (NCA) decidió suspender temporalmente los servicios hacia Tucumán y Córdoba hasta revisar cuidadosamente todas las vías y asegurarse de que volver a viajar sea seguro.
Ante este hecho, desde Trenes Argentinos aclararon que NCA, que actúa como concesionaria de las vías y opera principalmente como empresa de cargas, pidieron suspender momentáneamente los servicios de manera preventiva.
“Detectaron algún problema en los durmientes y quieren revisar todo para poder garantizar el servicio de pasajeros”, explicaron. La medida busca asegurar que los trenes vuelvan a circular solo cuando las vías estén en condiciones seguras.
La desinversión avanza
El problema no es aislado. La partida de durmientes utilizada en Tucumán proviene del mismo lote que se colocó en los tramos hacia Córdoba. Al investigar el descarrilamiento, descubrieron que esos durmientes no habían recibido el tratamiento necesario para evitar su pudrición.
Por eso, la suspensión alcanza a ambos destinos de manera preventiva. “Es momentánea”, aclararon desde Trenes Argentinos. Los trenes hacia Córdoba funcionan dos veces por semana y los de Tucumán salen los miércoles y domingos desde Retiro.
La interrupción obligará a miles de pasajeros a reprogramar sus viajes y enfrentar demoras, pero subraya un déficit en el mantenimiento de la red ferroviaria de larga distancia.