Tomar vitamina D2 podría tener un efecto opuesto al esperado: en lugar de fortalecer el organismo, podría afectar los niveles naturales de vitamina D3, la forma más activa y beneficiosa para la salud.
Según una investigación realizada en el Reino Unido por expertos de la Universidad de Surrey, el Centro John Innes y el Instituto Quadram de Biociencia, muchos suplementos populares podrían estar contrarrestando la eficacia de la vitamina D en el cuerpo. La D3 es la forma que el organismo produce al exponerse al sol y es esencial para mantener huesos fuertes y un sistema inmunitario equilibrado.
Más beneficioso
«Descubrimos que los suplementos de vitamina D2 pueden disminuir los niveles de vitamina D3 en el organismo, un efecto previamente desconocido«, explicó Emily Brown, investigadora principal del estudio y doctora en nutrición de la Universidad de Surrey.
Según la investigadora, aunque la suplementación sigue siendo importante durante los meses en los que hay poca luz solar, «los suplementos de vitamina D3 podrían ser más beneficiosos para la mayoría de las personas que los de vitamina D2». La diferencia entre ambas formas radica en cómo el cuerpo las absorbe y utiliza, siendo la D3 la que mejor contribuye a mantener niveles estables y saludables.
La investigación amplía los hallazgos de un estudio previo dirigido por el profesor Colin Smith, también de la Universidad de Surrey, que destacó el impacto que esta diferencia puede tener sobre el sistema inmunitario. «Hemos demostrado que la vitamina D3, pero no la D2, estimula el sistema de señalización del interferón tipo I, una primera línea de defensa contra virus y bacterias», señaló. «Por lo tanto, un nivel saludable de D3 puede ayudar a prevenir la proliferación de infecciones en el organismo», agregó.
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