El Gobierno que debutó de espaldas al Congreso no tolera las críticas. A Guillermo Francos le dijeron mentiroso y abandonó el recinto en medio del informe de gestión número 143, acorralado por las preguntas de Unión por la Patria. El jefe de Gabinete exigió que la senadora fueguina Cristina López (Unidad Ciudadana) se retractara luego de un cruce en el que ella le reprochó la baja de aranceles a los productos electrónicos que se ensamblan en su provincia. José Mayans pidió volver a citarlo el miércoles a las 11 de la mañana, moción que fue respaldada por todos los bloques no oficialistas, aunque no se sabe si asistirá. No hay antecedentes de un episodio similar. Horas antes, el presidente Javier Milei había calificado de “basuras y ratas inmundas” a los legisladores que —según él— buscan “reventar el resultado fiscal con políticas demagógicas”. Dentro del recinto, bastó que una senadora llamara mentiroso a su jefe de Gabinete para que este se levantara, ofendido, y abandonara su exposición. La doble vara expone la fragilidad libertaria y una sensibilidad selectiva: ataca sin límites, pero no resiste cuestionamientos.
El inicio del informe estuvo atravesado por las críticas al nuevo veto presidencial, que tiró por la borda el trabajo parlamentario en torno a la emergencia por el temporal en Bahía Blanca, la situación del Hospital Garrahan, los recortes a las provincias y el estado crítico de las rutas nacionales. Pasadas unas cuatro horas, la senadora fueguina Cristina López acusó al Gobierno de usar a su provincia como ficha de cambio en negociaciones con potencias extranjeras y de despreciar la soberanía sobre el Atlántico Sur. «Debo decirle que la verdad que es un mentiroso. Para usted y el presidente, Tierra del Fuego es solo un punto en el mapa para negociar con las potencias extranjeras», lanzó. La palabra “mentiroso” bastó para detonar el ánimo del jefe de ministros. Francos se levantó, recogió sus carpetas y exigió una retractación que no llegó. Como no lo consiguió, se fue. Y no volvió. “¡Pobrecito! Que se vaya, no hay problema, si nunca dan la cara”, siguió López. “Ya había anticipado que a las tres de la tarde se paraba y se iba, le faltaba una excusa”, dijo a este diario una compañera de bancada de la fueguina.
Francos dejó sin responder la mayoría de las preguntas de Unión por la Patria y también esquivó el cierre de la sesión, donde hablan los jefes de bloque. Luego intentó justificar su salida en X: “Di cumplimiento a mi responsabilidad de presentar el informe de gestión, tal cual lo establece el artículo 101 de la Constitución Nacional, pero decidí no permanecer en el recinto ante las faltas de respeto y acusaciones fuera de lugar”.
«Hubo un desencuentro que causó enojo en el jefe de Gabinete, pero le pedimos que vuelva el miércoles a las 11”, resumió José Mayans “sin dramatizar» antes de que el Senado aprobara a mano alzada una nueva convocatoria. Si volverá o no, “No está definido”, deslizó un vocero a Página/12. La vicepresidenta Victoria Villarruel, que lo había recibido en su despacho antes de la sesión y hasta compartió la foto en sus redes, tampoco fue informada formalmente de la salida anticipada por la calle Combate de los Pozos. Se enteró por los pasillos.
La relación con el Congreso nació rota. Javier Milei inauguró su mandato despreciando al Parlamento y, desde entonces, lo convirtió en su blanco predilecto. Llamó “nido de ratas” a los legisladores, los tildó de “traidores”, escrachó a ambas cámaras cada vez que una votación lo incomodó y vetó iniciativas clave como el aumento a los jubilados, el financiamiento universitario y la asistencia a Bahía Blanca. Sobre el nuevo incremento para jubilados que los senadores tienen en carpeta —y que el Gobierno ya anunció que vetará— Francos advirtió: “Los datos demuestran con claridad que estamos frente a un sistema deficitario e inviable. Sólo entre la modificación de la fórmula jubilatoria y el incremento del bono impactaría en un 0,8% del PBI”.
Críticas a la motosierra
El episodio con la senadora fueguina no fue el único momento de tensión. Francos enfrentó cuestionamientos por el ajuste brutal que el Gobierno lleva adelante en áreas sensibles como la salud, la infraestructura y la respuesta ante emergencias. Uno de los focos fue el reciente veto a la ley que declaraba la emergencia en Bahía Blanca. El senador radical Maximiliano Abad recordó que la norma “fue aprobada por unanimidad en el Senado y por una mayoría abrumadora en Diputados” y advirtió que el rechazo del Ejecutivo “es un error político y jurídico, y un paso en falso frente a una sociedad que exige respuestas concretas”. “Estoy convencido de que este Senado va a sostener la Ley 27.790”, aseguró. Francos defendió el veto y apuntó que el financiamiento de las obras debía correr por cuenta de la provincia y el municipio, no de la Nación. “La Nación está en tercer plano. Por supuesto que estamos dispuestos a colaborar, pero no con un fondo que no podemos financiar”, justificó.
Sobre el conflicto en el Hospital Garrahan, Francos recurrió a la criminalización de sus trabajadores y relativizó el reclamo salarial. Sostuvo que el problema tenía más que ver con la pérdida de contratos tercerizados y el control del presentismo que con los sueldos. “Las becas son lo que reciben los residentes, no son sueldos. Estaban en un valor bajo, se incrementaron. Pero también es cierto que el conflicto tiene raíces gremiales”, dijo. Y añadió: “Se detectó que había agentes que no cumplían funciones. Se intentó implementar un sistema biométrico de control y se abrió una licitación para seguridad y residuos, históricamente manejada por empresas vinculadas a los gremios. Hay que ver las dos caras del Garrahan”.
La paralización de la obra pública y el deterioro de las rutas también fueron eje del debate. “Un informe de Vialidad Nacional señala que en Santa Fe solo el 20% de las rutas nacionales está en buenas condiciones; el resto es un desastre”, denunció la senadora Carolina Losada. Francos reconoció el problema, pero advirtió que la solución “va a llevar tiempo” y anunció que actualmente hay 68 obras en ejecución. “La política fiscal del Gobierno es sostener el equilibrio a toda costa”, afirmó. Sobre los aportes del Tesoro Nacional a las provincias, planteó que se seguirán evaluando “según los fondos disponibles y las metas de superávit fiscal”.
El país de las maravillas
El jefe de Gabinete inició su exposición con una sobrevaloración de datos que no reflejan las condiciones materiales de vida de millones de argentinos: “En nuestro primer año de gobierno, 7 millones de argentinos salieron de la pobreza”, sostuvo. También celebró la desaceleración inflacionaria: “Durante los primeros cinco meses del año, la inflación acumulada fue de 13,3%, la más baja para este período desde 2020”. Ya fuera del recinto, desde su cuenta de X, insistió con una presunta mejora en el poder adquisitivo: “En el primer trimestre de 2025, el aumento promedio general de salarios superó a la inflación en un 1,4%”. Los datos chocan con la información de diversos analistas que informan que los salarios están estancado desde septiembre del año pasado y en todos los casos por debajo de noviembre de 2023.
Indulto a CFK
La senadora Silvina García Larraburu pidió al presidente Javier Milei que indulte a Cristina Fernández de Kirchner. “Usted puede ayudar a reflexionar al Presidente”, le dijo a Francos, señalando que avanzar hacia una elección con la principal referente opositora detenida sería un golpe institucional y político. Recordó que el indulto es una facultad exclusiva del presidente y que su uso sería un mensaje contundente en favor de la convivencia democrática. “No podemos dejar en manos de Comodoro Py el destino de nuestra dirigencia política”, advirtió, y cuestionó a quienes definen el rumbo del país desde “mesas con vinos caros al borde de algún Lago Escondido”.