El juez de la Cámara Federal de Casación Penal Gustavo Hornos, que admitió mantener seis reuniones privadas con el ex presidente Mauricio Macri en Olivos entre 2015 y 2018, recibió una orden de restricción por una causa de violencia familiar. El Juzgado Civil 12 le impuso la prohibición de acercamiento, por el plazo de 90 días, a su denunciante a un radio de 200 metros.
La denunciante TS vive en el Bajo Belgrano e interpuso el pedido al Poder Judicial por «violencia familiar». El juzgado en su resolución precisó la orden de «suspender todo tipo de contacto físico, telefónico, de telefonía celular, de correo electrónico, por vía de terceras personas y/o por cualquier medio que signifique intromisión injustificada con relación a la denunciante».
La decisión judicial indica además que requerirá asistencia policial en caso de que el magistrado violase alguna de estas restricciones. El Juzgado Civil 12 también advirtió a Hornos, a costo de abrir una causa penal, a que cese los actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia la denunciante.
«Estas medidas, por su naturaleza cautelar no requieren una prueba acabada o robusta para emitir las decisiones que tienden a tutelar los intereses en juego, basta con que sumariamente surja «prima facie» la verosimilitud en el derecho y la situación de urgencia y peligro, para que el órgano judicial esté en condiciones de adoptar las resoluciones del caso», sostiene la resolución judicial en favor de TS.
De esta manera, la denunciante del integrante de la «mesa judicial» del PRO también tendrá la asistencia necesaria para poder contactarse con las autoridades, en caso de que el juez de la Cámara Federal de Casación Penal intente por cualquier medio continuar y atente contra la integridad psicofísica de la denunciante.
El ascenso veloz de Hornos, el pádel y su decisión sobre Cristina Kirchner
Hijo de un coronel del Ejército, Hornos nació en Córdoba en 1957 y a los 21 años ingresó al Poder Judicial. Su hermano es el juez de la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, Roberto Hornos, cuya esposa es prosecretaria del mismo tribunal. Gustavo Hornos fue designado fiscal en lo Criminal y Correccional Federal a fines de 1990. Y su ascenso fue extremadamente veloz: a principios de 1992, con la firma del entonces ministro de Justicia León Arslanián, fue designado fiscal ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, en reemplazo de Luis Moreno Ocampo. Y en marzo de 1995, con previo acuerdo del Senado, fue nombrado juez de Casación.
Su hermano Roberto no es su único pariente en la Justicia: su hija, Rosario, era secretaria privada de Carlos Fayt en la Corte Suprema de Justicia, y su sobrina, Josefina (hija de Roberto), es secretaria del Juzgado Federal N° 8, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi.
En 2013 presidió la Junta de presidentes de Cámaras Federales de todo el país. Al asumir Mauricio Macri tuvo el honor de visitar seis veces la Quinta de Olivos, aunque esas visitas quedaron bajo el radar mediático. Una vez que se destapó, la excusa fue que iba a jugar al pádel. Se hizo una presentación judicial en la cual se apuntó que Hornos era parte de la mesa judicial de Cambiemos. Martínez De Giorgi firmó el sobreseimiento de Macri y de Hornos, al asegurar que los ingresos y egresos a esas sedes oficiales fue confirmada, pero no se pudo acreditar que tuvieran un fin indebido. En todo caso, señaló el magistrado, deberán ser analizadas en el Consejo de la Magistratura.
En la actualidad, integra la Sala IV de Casación, junto a Mariano Borinsky, otro asiduo visitante a la Quinta de Olivos, y Javier Carbajo. Ellos deberán resolver sobre el fallo condenatorio a Cristina Kirchner en la causa Vialidad.
