La tensión diplomática entre ambos países sudamericanos no se interrumpe pese a que el edificio diplomático nacional se encuentra bajo gestión brasilera.
La Embajada argentina en la ciudad de Caracas, capital de Venezuela, no encuentra paz. Como refugio de una serie de asilados políticos que acusan de persecución al presidente Nicolás Maduro, este sábado se encontró con una insólita situación: ya no hay agua en el edificio.
Desde el 1° de agosto, y luego de que Javier Milei no reconozca el triunfo electoral de Nicolás Maduro en los últimos comicios, la diplomacia nacional abandonó el edificio de la Embajada argentina en Caracas y le designó su custodia a autoridades brasileñas. En septiembre, el propio gobierno venezolano revocó el permiso para que Brasil administre el edificio, en donde viven refugiados políticos opositores a Maduro.
Uno de ellos, Pedro Urruchurtu Noselli, advirtió que a las 18:55 horas del 30 de noviembre, tras «una semana de asedio continuo a la Embajada de Argentina en Caracas» el edificio continúa «sin electricidad e impiden acceso de agua potable». «Se acaba de vaciar el tanque de agua, luego de racionar la que quedaba«, remarcó.
Cancillería argentina denunció hostigamiento e intimidación
La semana pasada, Cancillería informó que agentes encapuchados del régimen de Maduro comenzaron a rodear la embajada argentina en Venezuela. De acuerdo al activista Pedro Urruchurtu Noselli, los funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) se hicieron presentes con armas largas.
En el escrito, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto detalló: »La República Argentina condena los actos de hostigamiento e intimidación contra las personas asiladas en la Embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la protección diplomática del gobierno de Brasil».
Además, agregaron que »el despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de nuestra Embajada y otras maniobras constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional, así como a quienes han solicitado asilo diplomático».
»La República Argentina hace un llamado a la comunidad internacional para condenar estas prácticas y exigir los salvoconductos necesarios que permitan la salida de las personas asiladas del país. Asimismo, agradece al gobierno de Brasil por representar los intereses argentinos en Venezuela, asumiendo la protección de los locales diplomáticos, y por sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen venezolano», agregaron.
Por último, reafirmaron »su compromiso con la defensa de los derechos humanos, el respeto de las normas internacionales y la seguridad de quienes se encuentran en situación de asilo».