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El proyecto de ley presentado en el Parlamento vetaría el uso del ruso incluso durante los recesos.
El Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania ha apoyado un proyecto de ley que prohibiría hablar ruso en las escuelas del país eslavo, incluso durante los recreos, según declaró el viernes el titular de la cartera, Oksen Lisovói.
El proyecto de ley fue presentado el 1 de octubre a la Rada Suprema (Parlamento ucraniano). La autora de la iniciativa, la diputada Natalia Pipa, declaró entonces que el uso obligatorio de la lengua oficial ucraniana en las aulas no es suficiente para garantizar su dominio. También se refirió a las quejas de algunos padres, descontentos de que sus hijos estuvieran expuestos al ruso en las escuelas y guarderías, ya que la mayoría de sus compañeros se comunican entre sí en esa lengua.
La iniciativa fue apoyada «con algunas observaciones», según afirmó Lisovói durante una sesión parlamentaria de preguntas al Gobierno. El ministro insiste en que cualquier decisión que proteja la lengua ucraniana debe contemplar la posibilidad de un desarrollo igualitario de las lenguas comunitarias nacionales de la Unión Europea. Sin embargo, «esto no se aplica en modo alguno» a la lengua rusa, dijo, calificándola de «lengua del país agresor […] utilizada como arma«.
El proyecto de ley pretende prohibir también la comunicación en ruso en los centros de enseñanza privados.
Una gran proporción de ciudadanos ucranianos puede hablar o entender tanto el ruso como el ucraniano, sobre todo en el sur y el este del país, donde el ruso sigue siendo el idioma predominante de las grandes ciudades. Sin embargo, desde el golpe de Estado de 2014, las nuevas autoridades han abolido el ruso como lengua regional oficial y han adoptado políticas encaminadas a su supresión. Desde Kiev sostienen que la lengua constituye una amenaza para la unidad y la seguridad nacionales.
Moscú ha denunciado reiteradamente estas medidas y los esfuerzos de expulsar la cultura rusa, insistiendo en que la «ucranización forzosa» viola el derecho internacional y vulnera los derechos de los rusoparlantes nativos, que constituyen alrededor de una cuarta parte de la población.
En una nota aclaratoria del borrador del proyecto ucraniano, se menciona una encuesta realizada por el Servicio Estatal para la Calidad de la Educación durante el curso escolar 2023/2024, que mostró que se había producido un descenso en el uso de la lengua ucraniana por parte de escolares y profesores.
El encargado de la protección de la lengua estatal, Tarás Kremin, admitió en julio que los niños ucranianos no conocen suficientemente bien la lengua oficial del Estado, que es ucraniano, y siguen hablando ruso, a pesar de todas las restricciones del uso del idioma impuestas por el régimen de Kiev.
