El embajador de Argentina en Estados Unidos, Jorge Argüello, le envió una carta a la legisladora republicana María Elvira Salazar, calificando sus dichos de «ofensivos e injuriosos». Salazar había calificado de «pacto con el diablo» los acuerdos entre Argentina y China, a la vez que había definido el mundo divido entre el «lado de los libres» y el «lado de los esclavos».
De acuerdo con lo informado por la prensa argentina, la respuesta del Gobierno de Alberto Fernández fue a través de una carta enviada el jueves 2 de marzo y firmada por Argüello, diplomático de dilatada trayectoria en el servicio exterior del país sudamericano.
La parlamentaria Salazar, quien es la presidenta del subcomité del hemisferio occidental de la Cámara de Representantes estadounidense, había cuestionado dos días antes, durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores que ella misma había compartido en sus redes sociales, los presuntos vínculos del Gobierno argentino con China.
«Lo voy a decir en español para que quede muy bien claro a mis amigos argentinos: su presidenta [sic] y su presidente están haciendo un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas«, dijo la congresista republicana, quien añadió que EEUU no se quedaría «con los brazos cruzados» ya que, según argumentó, «no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones militares chinos, y que se los venda a los vecinos».
Salazar, emblema de las posturas cada vez más a la derecha de los republicanos en el estado de Florida, criticó además al gobierno argentino por «permitir» que China instalara una estación espacial en su territorio, y agregó que EEUU sospecha que desde allí se podrían estar realizando actividades de espionaje.
Para finalizar, la congresista amenazó a Argentina diciendo que «si deciden construir una fábrica de aviones, de cazas de guerra chinos, es una muy mala idea para ellos, y para todo lo que tiene que ver con la relación con EEUU» y sentenció: «Hay dos mundos: el mundo libre y el mundo de los esclavos. Espero que los argentinos se queden en el mundo libre«.
«Ofensiva e injuriosa»
En su carta de respuesta, según consigna el diario Clarín, Argüello deja en claro que «no hay, en la Argentina ninguna infraestructura o presencia militar de una potencia extra regional, con excepción de aquella que corresponde a la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido».
Sobre el presunto proyecto para fabricar aviones de China y exportarlos a la región, Argüello le respondió a Salazar que se trata «sencillamente, de un absurdo que jamás existió», pero en lo que respecta a la adquisición de jets, posibilidad que la congresista también había cuestionado, «la Argentina continúa evaluando todas las opciones».
En ese sentido, el embajador argentino agrega que «es pertinente llamar su atención sobre un obstáculo muy concreto para la adquisición y operación de aviones de combate fabricados por Estados Unidos y países aliados, frente al que sería valiosa la colaboración del Congreso estadounidense. Teniendo en cuenta que contienen partes de origen británico, el Reino Unido ejerce un injustificado veto que impide toda transacción con nuestro país. En consecuencia, la oferta real disponible para la Argentina se ve, como usted sin dudas comprende, estrechamente reducida».
Con respecto a la estación espacial china instalada en la provincia argentina de Neuquén, Argüello explica que la misma «posee exactamente las mismas características que la operada por la Agencia Espacial Europea en nuestro país, a menos de 300 millas de allí».
«Razonablemente, el emplazamiento de todas las instalaciones fueron decididas tanto por su ubicación geográfica como en virtud de las capacidades argentinas«, señaló el diplomático, añadiendo que estaba dispuesto a enviar información complementaria a la legisladora en caso de requerirla.
Argüello cuestiona además lo que califica «las referencias ofensivas, injuriosas, a las más altas autoridades de un país libre y soberano desde 1810, amigo de los Estados Unidos» de parte de la congresista y le advierte que este tipo de declaraciones «no contribuyen en ninguna circunstancia a un mejor entendimiento y una mayor proximidad, sino al contrario».
Desde un tiempo a esta parte, Washington ha elevado su retórica contra China y ha demonizado cualquier acercamiento o cooperación entre la región latinoamericana y Pekín, que, impulsada por el boom del intercambio comercial de comienzos de los 2000, ha florecido en los últimos años.
En 2022, durante su visita a Argentina y tras su encuentro con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los EEUU, país que se estima tiene al menos 800 bases militares en 100 países, había dicho que le «preocupaba» la estación espacial china y que «ellos», en referencia al gobierno de Pekín, no tenían la misma preocupación que Estados Unidos en términos de libertad y prosperidad.
@Sputnik
/ Imagen principal: © AP Photo / Rebecca Blackwell