El Gobierno colombiano enviará al Congreso su proyecto de reforma laboral que, entre otras medidas, reduce la jornada laboral y limita los contratos a término. La experta en temas laborales Laura Lizarazo advirtió sobre las dificultades que puede tener su implementación a corto y mediano plazo.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro continúa avanzando en las cuatro reformas sociales que prometió a su electorado en campaña, entre ellas, la reforma laboral, que si bien no ha generado tanta polémica como las otras (salud, pensión, sistema penitenciario) tiene en vilo al empresariado colombiano al tener puntos que podrían aumentar el costo de mantenimiento de un trabajador.
Aunque el texto que se radicará en el Congreso el próximo 16 de marzo aún no se conoce del todo, ya hay luces de cuáles serán los puntos centrales del documento que ha construido el equipo de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y que tendrá el respaldo de la bancada del Pacto Histórico (coalición de Gobierno) en el Legislativo.
Los principales cambios en la reforma laboral de Petro
Cambio de la jornada diurna
Uno de los principales es el cambio de la jornada diurna de trabajo, que actualmente va de 6 a 21 horas, según dispone la Ley 789 aprobada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) con el argumento de que ahorrando recursos las empresas iban a fomentar la creación de nuevas plazas de trabajo, algo que en realidad no pasó.
El Gobierno quiere que esa franja sea de 6 a 18, lo que implicaría un aumento del recargo nocturno. Incluso se propone modificar el porcentaje de la compensación por trabajar domingos y festivos, es decir, pasar del 75% que se paga por laborar uno de estos días, al 100%.
«Hay que abonarle al Gobierno que este ejercicio lo ha hecho de la mano con todos los sectores involucrados, lo que es una muestra de la democratización a la hora de tomar decisiones. Ha hablado con los sindicatos y con los empresarios para llegar a consensos. Y eso hay que valorarlo», señaló Laura Lizarazo, experta en temas laborales de la consultoría Control Risk.
Contratos a término y despidos injustificados
Otro de los puntos fuertes de la reforma es la de los contratos a término definido e indefinido, casi una nueva regla tanto en el sector privado como en el público. El Gobierno quiere disminuir lo más posible las vinculaciones a término fijo, algo que, como ha repetido varias veces la ministra Ramírez, no dignifica la labor del trabajador. Lo mismo con los contratos por prestación de servicios. Si una empresa obliga al contratista a tener funciones permanentes, tiene que crearle una vinculación indefinida para garantizar sus derechos.
Para Lizarazo, la modificación podría ser compleja de aplicar en el corto y mediano plazo por los costos que podría implicar para los empleadores, especialmente para el Estado colombiano.
«Partamos del punto de que el Estado es quien más tiene contratos por prestación de servicios y que formalizarlos no sería tan sencillo en materia de costos. Es un gasto enorme que puede romper con la regla fiscal y con nuevas funciones administrativas para las entidades públicas. Es lo ideal, sí, pero lo veo complicado», apuntó la experta.
Además, se habla de que si una persona es despedida de su cargo sin justificación alguna, tendrá derecho a ser reintegrada al mismo puesto o, si quiere, a aspirar a uno con mejores condiciones contractuales reconociéndole así el daño causado.
Lo que falta
Para la analista, más allá de los puntos positivos de la reforma, hay otros de carácter estructural que van de la mano con la ineficiencia del mercado laboral colombiano y la incapacidad que este tiene para integrar a una gran porción de la fuerza laboral del país.
«No está claro cómo se creará una visión más amplia del sistema productivo a partir de la ciencia y de la capacitación de la fuerza laboral. Es necesario que las personas se preparen para poder aportar. Es una relación directamente proporcional: más trabajos, sí, pero trabajos de calidad para las personas preparadas, que tengan cómo adquirir capacidades», agregó.
¿Qué debería mantenerse del régimen laboral actual?
No todo lo que tiene el sistema laboral actual en Colombia es malo. Al menos así lo analiza Laura Lizarazo, quien también destacó unos puntos que, espera, el Gobierno de Petro mantenga, como el sistema de derechos que brinda ciertos mínimos de protección a los trabajadores formales en Colombia.
«Si usted compara con otros países de la región que tienen economías más desarrolladas, nuestro país cuenta con ventajas en material laboral como licencias remuneradas, licencias de maternidad, vacaciones pagas, por nombrar algunas. Y esto le da una dignidad al trabajo que ha respaldado la Corte Constitucional. En ese sentido hay mucho terreno ya ganado y la tarea del Gobierno ahora es ver cómo juega con ese equilibrio para que ni los gremios ni los empresarios estén inconformes y todos vayan para el mismo lado».
En resumen, y como lo ha repetido la ministra Ramírez, la idea es que los trabajadores tengan igualdad en oportunidades, una remuneración digna y vital y que cuenten con una estabilidad. En otras palabras, la consigna del Gobierno es proteger a la persona trabajadora a través de un articulado para el que, según fuentes del Congreso tiene buena acogida por una gran cantidad de parlamentarios.
@Sputnik
/ Imagen principal: © AP Photo / Fernando Vergara