Todos los ejemplares emitidos por la Reserva Federal de Estados Unidos desde el año 1914 son verdaderos, cómo reconocerlos.
En la actualidad, y particularmente en nuestro país, existe la enorme inquietud por el diseño de los billetes de 100 dólares. Entre los compradores y vendedores suele existir cierto recelos por los ejemplares más viejos, siendo los «cara chica» los más menospreciados, incluso en su valor.
Por eso, las autoridades difunden con frecuencia que no debería existir ninguna diferencia en el precio de los billetes. De todas maneras, una de las cuestiones por las que se apunta contra los diseños más viejos es por sus medidas de seguridad, que fueron reforzadas a partir del año 2014.
Dólar cara chica: estas son las medidas de seguridad para evitar billetes falsos
Por eso resulta importante verificar cada una de las medidas de seguridad del billete de 100 dólares de cara chica para evitar todo tipo de confusiones y estafas. Antes que nada, hay que aclarar que el primero de los ejemplares de este valor se emitió en el año 1914, y que en 1929 el tamaño cambió y se redujo unos milímetros.
Dicho esto, repasamos las medidas de seguridad. En primer lugar, a la izquierda del retrato de Benjamin Franklin se puede ver el sello del Banco de la Reserva Federal. Al tacto, se recomienda pasar el dedo por debajo del retrato del frente para apreciar la textura distintiva que logran los billetes gracias a la impresión en relieve.
En este sentido, es preciso aclarar la composición del papel, que se trata de 3 cuartas partes de algodón y 1 de lino, con fibras de seguridad rojas y azules. A la derecha del retrato se encuentra el sello que representa al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Por último, encontramos el número de serie en el sector inferior izquierdo. Esta combinación de números y letras es única, por lo que si se llega a repetir estamos en frente de un billete falso.
