Argentina registró un superávit comercial de u$s981 millones en septiembre, la cifra más baja desde enero. Las importaciones anotaron su variación negativa más acotada desde que Javier Milei es presidente, en buena parte por la reducción en el Impuesto PAIS que había retrasado compras que se podrían haber efectuado en el mes previo.
Según datos difundidos este viernes por el INDEC, las importaciones totalizaron unos u$s5.954 millones en el noveno mes del año, un 8,8% menos que en septiembre de 2023. Vale recordar que la caída interanual promedio venia siendo cercana al 25% en los meses de gobierno de la gestión actual.
Los bienes de capital (BK), sus partes (PyA), y los bienes intermedios (BI) explicaron casi el 80% de las compras externas. En el caso de los BI la merma interanual fue de apenas 2,5%.
Por otra parte, la adquisición en el exterior de bienes de consumo (BC) arrojó su primer aumento desde octubre de 2022. «La importación de bienes terminados corresponde a grandes empresas que están sustituyendo producción local con importaciones«, explicó al respecto Federico Vaccarezza, candidato a Doctor en Relaciones Internacionales en la Universidad de La Plata.
En la misma sintonía, Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva en Fundar, advirtió además que a partir de ahora puede comenzar a vislumbrarse un mayor peso de productos importados sobre el total de los productos que se venden en el mercado local, en línea con la lógica de apertura comercial que pregona la gestión actual. Esto ya se ve en la industria automotriz, donde este «share» pasó del 15% al 50% en los últimos meses.
El mayor declive anual se verificó en el segmento de combustibles y lubricantes (CyL). A nivel de producto, las principales contracciones fueron las de gasoil y gas natural: entre ambos combustibles representaron un ahorro de u$s205 millones en comparación con el mismo mes del año pasado.
El efecto de la baja en el Impuesto PAIS
El recorte de diez puntos porcentuales en el Impuesto PAIS, que comenzó a regir el mes pasado, disminuyó el costo de traer productos del exterior. Debido a que la medida había sido anunciada previamente, muchas empresas decidieron esperar a que se concrete para realizar sus operaciones comerciales.
Schteingart señaló que se vio un ascenso mensual «fuerte» en las compras externas, en términos desestacionalizados, y que eso «muy probablemente» haya sido por las mencionadas operaciones pospuestas y por una «tibia» recuperación de la actividad.
La soja y el petróleo impulsaron las exportaciones
Por el lado de las exportaciones, en septiembre el total ascendió a u$s6.934 millones, un 20,6% por encima del valor de hace un año. El incremento fue el más alto de los últimos tres meses.
Segmentando por uso económico, la suba fue traccionada por los saltos en las ventas de manufacturas de origen agropecuario (MOA) y del sector energético (CyE). Particularmente resaltaron los mayores envíos de aceite de soja (y sus derivados) y petróleo: entre estos dos rubros generaron un aporte adicional de más de u$s700 millones versus doce meses atrás.
«La balanza energética está cambiando muy fuertemente. Vaca Muerta empieza a dar sus frutos«, destacó al respecto Schteingart.
Por su parte, Vaccarezza subrayó que «el excedente energético se da en parte por el aumento de la producción local en base a la maduración de proyectos iniciados en 2022 y 23 y en parte por la caída de la demanda local«.
Respecto de las ventas del sector agropecuario, el especialista recordó la baja base de comparación por la sequía de 2023. «La cosecha del año pasado perdió u$s20.000 millones por la sequía. No es un crecimiento, es un rebote», aseveró.
Con estos números, la balanza comercial en el acumulado de los primeros nueve meses de 2024 trepó a u$s15.075 millones.
Déficit con los principales socios comerciales, superávit con el resto
En cuanto a los principales socios comerciales, Brasil se mantuvo a la cabeza, El dato saliente del intercambio bilateral fue que se registró un déficit de u$s151 millones, el más elevado de la era Milei.
El podio lo completaron, sin cambios respecto de los meses anteriores, China y Estados Unidos. En el primer caso el «rojo» comercial fue alto (u$s-956 millones), mientras que en el segundo fue mucho más acotado (-u$s17 millones).
Los superávits bilaterales más relevantes se vieron en el comercio con otros países sudamericanos (principalmente Chile y Perú) y con otros asiáticos (con Vietnam e India a la cabeza). Paralelamente, el saldo con los países miembro de la Unión Europea fue levemente positivo. Puntualmente vale destacar el caso de Chile, donde el sector energético impulsó un saldo favorable de u$s547 millones
